Fisiología del Alma 

más tarde, por el fallecimiento, el cuerpo físico sea devuelto a la 
fosa fría del cementerio, la forma teratológica creada y nutrida 
imprudentemente en el mundo astral, se disolverá en el seno de 
la tierra, aliviando el periespíritu de su carga mórbida.

Si es muy difícil la sobrevivéncia de una criatura con dos 

cabezas, se debe, en parte, al fuerte desequilibrio y a la viola-
ción de los principios vitales del respectivo organismo que se ve 
forzado a nutrir una segunda cabeza sin utilidad en el comando 
espiritual. lo que importa principalmente, en tal acontecimien-
to o fenómeno angustioso, es la posibilidad de que el espíritu 
transfiera al mundo exterior la configuración teratológica que 
de modo

 

imprudente creó en el mundo astral, no teniendo, des-

pués, fuerzas suficientes para disolverla en el ambiente en don-
de pasa a vivir.

os recordamos que el leproso, en general, es también un 

espíritu que resuelve dejar en la Tierra una intensa carga de 
toxinas contenidas en su periespíritu, transformando su cuerpo 
hecho guiñapos en una especie de “hilo de tierra” conductor de 
los venenos psíquicos de la vestimenta periespiritual, hacia la 
materia. De igual modo, la criatura con dos cabezas, significa el 
canal vivo que transfiere hacia el mundo exterior de la materia, 
la “idea defectuosa” que tomó vigorosa forma astralina ante el 
poder mental del infeliz espíritu.

PREGUNTA: – ¿Qué podemos pensar de la situación de 

los padres con una criatura que nace en esas condiciones? 
¿Cuáles serán los motivos determinantes de una prueba tan 
angustiosa?

RaMaTÍS: – Ya os hemos dado una explicación a ese res-

pecto, cuando nos hemos referido en otro momento a la natu-
raleza de las relaciones kármicas entre padres e hijos. Os re-
cordamos, no obstante, que los padres pueden hallarse tanto 
en el caso de sufrir esa prueba kármica por haber repudiado 
hijos sanos en el pasado, como por el hecho de haber sido los 
responsables del crimen que después llevó al espíritu atribulado 
y reencarnante a ser obsesionado por la imagen de su víctima, y 
a nacer con dos cabezas.

Pero hay casos en que los padres de tales criaturas pueden 

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