Fisiología del Alma
por la misma afinidad. es así que permanece siempre activa
una “conciencia grupo”, que dirige cada raza animal ahí en el
mundo físico, ya sea la bovina, la equina o la del pez del océa-
no. Mientras, en el seno de esas especies o razas (que son la
prolongación instintiva de una conciencia directora), en sus
propios componentes, se van destacando ciertas características
psíquicas aisladas, que poco a poco pasan a constituir nuevas
conciencias menores moviéndose en la corriente de la vida y
asumiendo los deberes y las responsabilidades compatibles con
su entendimiento ya despierto.
es así que la especie de perros salvajes es un conjunto ani-
mal más fácil de ser coordinado y dirigido por su conciencia
psíquica directora, porque aun formando un grupo instintivo
de varios millares o millones de perros, funciona y reacciona to-
davía como una sola pieza homogénea, sin presentar distinción
alguna aislada entre sus componentes. no obstante, cuando se
trata de la especie del “perro doméstico” dispersa por los hogares
humanos, se comprueba que sus descendientes ya reaccionan
concienzudamente entre sí, aunque estén todavía sometidos al
mismo espíritu-grupo o sean oriundos de la misma prole. en el
seno del mismo psiquismo colectivo de la especie a que pertene-
cen, los ejemplares preanuncian ya un entendimiento racional
aparte y, en algunos, hasta se observan los primeros brujuleos
del sentimiento humano. Mientras los perros salvajes manifies-
tan una sola índole instintiva, feroz e idéntica en toda su especie
racial, los perros domésticos, bajo la influencia del hombre, se
diferencian de modo notable: hay desde el perro heroico, el co-
barde, el valiente, el flemático, el jovial, el animal resentido que
no olvida los malos tratos, hasta aquel que el dolor inolvidable
lo hace morir junto a la sepultura del dueño a quien se aficionó
incondicionalmente.
a medida que, en la misma especie animal, sus componen-
tes se van distinguiendo por la formación de una conciencia in-
dividual destacada de su espíritu-grupo director, la ley kármica
que dirige el conjunto pasa a actuar con más particularidad,
con el fin de acelerar su progreso psíquico. los impulsa hacia
objetivos más inteligentes y elevados bajo la vista del hombre, y
cuando es necesario, dispone hasta la transferencia del animal
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