Ramatís

cosas, pues angelizándoos, iréis siendo más conscientes de la 
Verdad eterna. Con el fin de que despierten la conciencia de su 
individualidad espiritual, Dios lanza las almas vírgenes en la co-
rriente de la evolución planetaria de los mundos físicos. de ese 
modo, curtido por las lecciones de la vida humana y sufriendo 
las imposiciones de la propia morada material, ellas terminan 
consolidando las líneas de su demarcación de “ser” y de “existir” 
en el seno de la propia Conciencia Cósmica.

el karma de la Tierra os impone un determinismo resultan-

te de sus propias modificaciones kármicas, y éste de los demás 
orbes del sistema solar. entonces, quedáis también sujetos a los 
movimientos y a las alteraciones kármicas terrestres, y vuestros 
ideales, proyectos e intereses individuales sólo pueden ser reali-
zados o satisfechos hasta donde no choquen con los provechos 
de la colectividad. la ley kármica, pues, en su función de activar 
el progreso del Cosmos, tanto regula y limita el movimiento del 
individuo para armonizarlo con su comunidad, como ajusta los 
movimientos de ésta de acuerdo con las modificaciones y la es-
tabilidad del campo planetario.

PREGUNTA: – ¿Cuáles son los medios más indicados para 

que podamos modificarnos y mejorar nuestro karma?

RaMaTÍS: – lo principal es lograr el control de vuestros 

pensamientos, palabras y obras, pues a medida que reducís o 
modificáis el karma de vuestro pasado, creáis también un nue-
vo karma para el futuro, y éste os resultará amargo o venturo-
so de conformidad con el karma restante de las encarnaciones 
pasadas y de las causas que creáis en el presente. el karma, 
en su sentido específico, registra las acciones del alma desde el 
momento en que ella comienza a sentirse “algo” existente den-
tro del seno de la divinidad, y aunque no se pueda desprender 
del espíritu creador de la vida cósmica de donde proviene, se 
distingue ya como una conciencia individual, existente aparte.

Tal como ya os hemos explicado anteriormente, en la Con-

ciencia Total de dios se van constituyendo o fragmentando nue-
vos grupos de conciencias espirituales colectivas, que abarcan 
y coordinan de modo instintivo todas las especies de animales 
y demás seres, disciplinándoles el progreso en grupos ligados 

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