Fisiología del Alma 

único objetivo dirigir el perfeccionamiento incesante de todas 
las cosas y de todos los seres, desde mucho antes previsto en 
los grandes planos que fundamentan la armonía de la Creación. 

Vuestras condiciones psíquicas o físicas, ahí en la Tierra, 

resultan

 

exactamente de la creación de las causas kármicas que 

habéis efectuado ya en otras vidas. Si actualmente disfrutáis 
alegría, paz y ventura, apenas gozáis el efecto kármico de las 
buenas semillas lanzadas en el ayer. Si os dominan el dolor y la 
amargura, y si las vicisitudes repuntan en vuestra existencia, no 
culpéis a dios ni a cualquier “destino” injusto y fatídico inven-
tado por alguien, pues de cualquier modo, sólo estaréis segando 
el resultado de la plantación descuidada del pasado! las re-
glas inflexibles de que “la siembra es libre pero la recolección es 
obligatoria” y de que “a cada uno será dado de acuerdo con sus 
obras”, no tienen excepciones para quienquiera que sea, ajus-
tando todas las criaturas a la disciplina colectiva tan necesaria 
al equilibrio y a la armonía de la humanidad de vuestro orbe.

PREGUNTA: – Entonces, ¿es el Karma un determinismo 

indesviable en nuestras vidas?

RaMaTÍS: – el karma, como ley inmutable aliada a la de 

causas y efectos, rige el proceso de toda la vida cósmica. es la 
propia pulsación armónica del Creador, manifestándose tanto 
en la composición de los astros como en el conglomerado de 
los electrones constitucionales de los átomos. Cada orbe y cada 
electrón se ajusta perfectamente a ese ritmo eterno y de perfec-
cionamiento sideral, conjugándose para la armonía del Cosmos. 
Hay, pues, un engranaje cósmico de acción y reacción en todo el 
Cosmos. Por tanto, la Tierra, moviéndose y consolidándose bajo 
la regencia disciplinadora de su karma, sólo se perfecciona en 
armonía con el karma del sistema solar a que pertenece. este, 
a su vez, se liga al karma de su galaxia, que se somete también 
al karma de las demás galaxias dependiente del karma de los 
Hemisferios Cósmicos.

el globo terrestre está sometido al metabolismo kármico de 

todo el sistema visible o invisible del Cosmos. existe una ruta 
definida y un ritmo ascensional que lo impulsan hacia condicio-
nes cada vez más progresistas en el cortejo planetario de su sis-

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