Fisiología del Alma
déis encontrar al médico ex alópata, que pasa a recetar sin cono-
cimientos científicos y técnicos de la doctrina expuesta por Hah-
nemann, como podréis encontrar al charlatán sin diploma, pero
un purista y sabio de las leyes homeopáticas, capaz de prescribir
con seguridad y conocimiento lógico de esa elevada ciencia. ;e1
homeópata, como ya os hemos dicho, antes de convertirse en un
exigente científico, debe ser un filósofo y un hombre bueno! ¡el
no debe recetar a distancia psíquica del problema de su paciente,
pues por encima del interés utilitarista, debe “sentir” y “vivir” las
angustias de aquel que le ruega la cura de sus males! Tratándose
de medicina de profundo respeto para con las propias mutacio-
nes espirituales del individuo, al homeópata no le interesa ape-
nas identificar los males de su cliente bajo la brillantez científica
de las enfermedades clásicas, ¡sino que le cumple auscultar los
desequilibrios y las desarmonías de su alma!
es por eso que ciertas recetas medianímicas producen re-
sultados asombrosos, pues siendo preceptuadas por médiums
dignos y estudiosos, la intuición les manda prescribir la dosis
perfectamente sintonizada con las necesidades del psiquismo del
enfermo, gracias a la excelente inspiración que logran a veces de
los espíritus bienhechores. el médico homeópata que investiga
también en el campo psíquico de sus pacientes, se va volviendo
poco a poco una criatura sensible a la voz interior, que le sugiere
las más exactas y verdaderas prescripciones terapéuticas.
PREGUNTA: – ¿Tiene la ley kármica alguna relación ínti-
ma con los padecimientos de ciertos individuos sometidos a
tratamientos dolorosos, a través de la cirugía o de la terapéu-
tica alópata?
RaMaTÍS: – actualmente, debido al estado moral y espiri-
tual del ciudadano terrestre, la ley kármica le preconiza todavía
un tratamiento doloroso a base de hipodérmicas, tubos, cau-
terizaciones, drenajes, operaciones o extracciones de órganos
debilitados, aplicaciones e ingestión de medicamentos repulsi-
vos, tóxicos y lesivos, que funcionan como efectos de las causas
culpables del pasado.
en vista de haberen evolucionado los métodos penales de
las leyes humanas con la abolición de las torturas medievales,
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