Ramatís

profesional del médico homeópata al prescribir el medicamento 
para el tipo psicofísico individualizado, pues el éxito depende 
muchísimo de las condiciones electivas que el propio paciente 
pueda demostrar hacia la homeopatía, como ya hemos tenido 
ocasión de explicar.

PREGUNTA: – ¿Podéis darnos una idea más comprensible 

de lo que es la dinamización homeopática?

RaMaTÍS: – Como ya os hemos dicho, se trata de un pro-

ceso por medio del cual la energía dinámica que existe en la 
intimidad de la materia, proveniente de todos los reinos de la 
Tierra, va siendo liberada y potencializada. En realidad, dina-
mizar es radiactivar, o sea, acelerar la fuga de la energía con-
densada en la sustancia que se desintegra por el roce, fricción 
ofisura, y que así se potencializa, centuplicando sus emisiones
energéticas. la sustancia material o propiamente dicho ener-
gía condensada, cuando es desintegrada y potencializada por
el proceso homeopático, se transforma en energía libre que,
después de haber sido ingerida por el enfermo, se convierte en
un poderoso catalizador y activa las reacciones de las energías
latentes en el cuerpo físico. la dosis homeopática infinitesimal y
dinamizada, que es la propia sustancia transformada en energía
libre, puede alcanzar profundidades inaccesibles a la medicina
alópata. Una dosis de tintura madre de China, es considerada
remedio macizo; no obstante, la misma China, elevada a la milé-
sima dinamización homeopática, no pasa de ser energía liberta
y dinamizada, cuyo gran potencial puede producir intensa aura
radiactiva en el enfermo, visible para muchos espíritus desen-
carnados. dice la propia ciencia terrestre que la materia y la
energía son apenas diferentes modalidades vibratorias de una
misma cosa. Cuando la energía libre baja en dirección a la vida
física, es cuando ella se constituye en la materia o en el estado
de energía condensada. en consecuencia, el periespíritu — que
es el molde fundamental preexistente del hombre — y que fun-
ciona activamente en el mundo oculto a través de su campo
energético acumulativo y de su poder químico trascendental,
aglutina la energía libre en torno de sí y la hace bajar en direc-
ción a la vida material, con el fin de sustentar el cuerpo carnal,

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