Fisiología del Alma 

tratamiento del enfermo, por el último descubrimiento cientí-
fico farmacéutico, suministrando casi siempre el medicamento 
consagrado en la época. de este modo, se ve obligado a cambiar 
constantemente sus métodos y teorías aceptadas anteriormente.

debido al efecto de los medicamentos tóxicos, drogas estu-

pefacientes e inyecciones de efecto violento y rápido en los sín-
tomas de ciertas enfermedades, se produjo una serie de éxitos 
inmediatos, testificados por la remoción de los padecimientos, 
lo cual dio fuerza para que la alopatía se convirtiera en la me-
dicina oficial de vuestro mundo. la homeopatía no logró una 
pronta oficialización, debido a la demora en hacer desaparecer 
determinados síntomas dolorosos, llegando a veces a agravar-
los, no sólo por la preocupación en saber qué es lo que produce 
la enfermedad, sino por ser indiferente a las enfermedades, inte-
resándose más en diagnosticar a los “enfermos”.

PREGUNTA: – Entonces, ¿consideráis que la homeopatía 

es medicina superior a la alopatía?

RaMaTÍS: – no nos preocupamos por destacar la superio-

ridad de ésta o de aquella terapéutica, pues siempre representa 
un bendito esfuerzo para atender a las necesidades del espíritu 
encarnado, de acuerdo con su progreso científico, comprensión 
moral y merecimiento espiritual. Para nosotros, como desencar-
nados, que sabemos bien que la curación definitiva del espíritu 
será alcanzada solo bajo la terapéutica sublime y cierta de los 
principios vividos por Jesús, nos interesa destacar particular-
mente los métodos que permiten operar profundamente en el 
psiquismo, que es la sede verdadera de toda enfermedad. Por 
eso, sin menospreciar el valor de la alopatía y su justa necesi-
dad en varios casos de enfermedades, nos sentimos inclinados 
a destacar el valor de la Homeopatía, ya sea en cuanto a su 
acción en el todo psicofísico del ser, ya sea por intervenir con 
más eficiencia en su esfera mental emotiva, imponiéndose, poco 
a poco, como uno de los métodos más lógicos y sensatos para el 
mantenimiento de la salud.

el médico homeópata experimentado no se aflige por tratar 

de suprimir de inmediato los síntomas enfermizos y constata-
bles a su capacidad objetiva, mientras que la verdadera causa 

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