Ramatís

recrudecen el atavismo psíquico de las pasiones animales y que 
los principios superiores del alma deben sobreponerse siempre 
a las imposiciones de la materia. Son raras las criaturas que 
consiguen liberarse de la opresión vigorosa de las tendencias 
hereditarias del animal, que se hacen sentir a través de su carne.

PREGUNTA: – La alimentación carnívora, principalmente 

en Occidente, es un hábito profundamente estratificado en el 
psíquico humano. Creemos que estamos tan condicionados 
orgánicamente a la ingestión de la carne, que nos sentiría-
mos debilitados ante la más reducida dieta.

RaMaTÍS: – Tenéis pruebas irrecusables que podéis vivir 

y disfrutar de óptima salud sin recurrir a la alimentación carní-
vora. Para probar vuestro equívoco, bastaría considerar la exis-
tencia, en vuestro mundo, de animales corpulentos y robustos, 
de un vigor extraordinario y que, no obstante, son rigurosamen-
te vegetarianos, como el elefante, el buey, el camello, el caballo y 
muchos otros. en cuanto al acondicionamiento biológico por el 
hábito de comer carne, debéis considerar que el orgullo, la va-
nidad, la hipocresía y la crueldad, son también estigmas que se 
forjaron a través de los siglos, pero que tendréis que eliminarlos 
de vuestro psiquismo. el hábito de fumar y el uso inmoderado 
del alcohol, también se estratifican en vuestra memoria etérica; 
sin embargo, no los justificáis como necesidades imprescindi-
bles a vuestras almas negligentes.

Reconocemos que a través de los milenios vividos en la for-

mación de vuestras conciencias individuales, fuisteis estigma-
tizados con el vitalismo etérico de la nutrición carnívora, pero 
hay que reconocer que ya sobrepasais los plazos espirituales 
demarcados para la continuación soportable de esa alimenta-
ción mórbida y cruel. en la técnica evolutiva sideral, el estado 
psicofísico del hombre actual exige urgente purificación en el 
género de la alimentación; ésta debe corresponder, también, a 
las propias transformaciones progresistas que tuvieron lugar en 
la esfera de la ciencia, filosofía, arte, moral y religión.

Vuestro sistema de nutrición es un desvío psíquico, una 

perversión del gusto y del olfato; os aproximáis considerable-
mente al bruto, en esa actitud de succionar los tuétanos de los 

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