Fisiología del Alma
ción medicamentosa. la homeopatía reeduca el organismo para
mantener activa su defensa y proporcionarle energías que serán
controladas por el espíritu, para atender con mayor prontitud
al equilibrio psicofísico. Las altas dosis higienizan el aura vital
haciéndola más lúcida, pues no sólo favorecen la circulación
desahogada de las energías que vitalizan todo el sistema, sino
que establecen el ritmo del trabajo armonioso y coherente de los
“chakras” sobre el “duplo etérico”, que es el cuerpo intermedia-
rio entre las relaciones del espíritu y el organismo carnal.
es cierto que la depuración del espíritu se debe procesar de
dentro hacia afuera, a través de la evangelización consciente y
de una vida digna a la luz del día; pero, así como la absorción
de fluidos animales inferiores ofusca y oscurece el campo aurico
del periespíritu, éste también se aviva y aclara cuando la pres-
cripción homeopática es acertada.
Por tanto, la terapéutica homeopática es la gran auxiliar de
la terapéutica del propio espíritu.
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