Fisiología del Alma 

y Braid, sus descubridores, fueron considerados en su época, 
como hábiles charlatanes. Pasteur, hoy consagrado como una 
de las glorias irrefutables de la ciencia médica, fue también hos-
tilizado cuando intentó demostrar la vida microbiana; Harwey, 
descubridor de la circulación sanguínea, y Semmelweis, el médi-
co que identificó la fiebre puerperal, fueron considerados necios, 
pese a que sus descubrimientos forman hoy las bases de los más 
rigurosos tratados científicos modernos.

Samuel Hanhemann, el genio de la Homeopatía, sobrelle-

vó su vida con amargura por la persecución y sarcasmo de los 
médicos alópatas. Pero todo eso se ha de transformar en el más 
profundo respeto al criterio científico de la Homeopatía, pues 
llegará el momento en que la ciencia médica se arrepentirá de 
haber olvidado a aquel hombre durante tanto tiempo. Fue uno 
de los más grandes científicos de la humanidad, y su método 
terapéutico, encuadrado en la ley de que “los semejantes curan 
a los semejantes”, es el mismo que la Naturaleza acostumbra a 
emplear en el tratamiento de las enfermedades crónicas, cuan-
do, bajo genial proceso, acrecienta otra función enfermiza a la 
dolencia que pretende curar.

los médicos alópatas no ignoran que la ley del similia si-

milibus curantur

 rige también los principios de la vacinotera-

pia, de la insensibilización alérgica en el tratamiento hormonal 
y forma parte de otras distintas terapéuticas modernas, mien-
tras son preparados en dosis infinitesimales los histamínicos, 
los isótopos, los coloides y los insensibilizadores. Después de los 
descubrimientos que la ciencia logró en el terreno de la energía 
nuclear, ya no se puede dudar más del dinamismo establecido 
por Samuel Hahnemann en su trabajo homeopático.

PREGUNTA: – Los mentores espirituales de nuestro plane-

ta, ¿no podrían auxiliar la medicina alópata en la consolida-
ción de su terapia, de modo tan preciso que se pudiese omitir 
el método homeopático? Si éste está opuesto a la práctica tra-
dicional de la primera, ¿no sirve para aumentar aun más la 
competencia entre dos escuelas diferentes?

RaMaTÍS: – el progreso y la purificación de vuestra hu-

manidad son acontecimientos previstos en un gran plano espi-

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