Ramatís
de escasa importancia puede irritarlos y conseguir que puedan
romper sus defensas fluídicas. ¡el vicio de la bebida, como dice
el proverbio, consiste solamente en comenzar!
Infeliz humanidad, que en lugar de iniciar una violenta
ofensiva contra su mayor flagelo — el alcohol — lo oficializa
hasta en el seno de la propia familia, llevándolo, con lastimable
imprudencia, ¡al seno amigo de su propio hogar!
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