Fisiología del Alma
con las conquistas terrenas y del espacio, ¡curiosos, también,
por saber lo que sucede en otros planetas! Por tanto, los preocu-
pa, en el momento, el lanzamiento de satélites, cohetes teleguia-
dos, navegación a chorro y atómica, cosas que lo superan todo
por su deslumbramiento y por la demostración de la capacidad
humana, haciendo pasar a segundo plano la “ingenua” idea de
conseguir la tan cacareada paz del espíritu, que debe comenzar,
justamente, por la renuncia al mundo exterior.
la Tierra está invadida por un espectacular sensacionalismo,
debido al control de ciertas energías descubiertas por los científi-
cos del siglo XX que, por un lado, están aturdidos ante la perspec-
tiva de los poderes futuros, mientras que por otro se alimenta la
vanidad por los más atrevidos que ¡creen innecesaria la existencia
de un dios que necesite comandar los fenómenos de la vida!
al hallarse los terrícolas preocupadísimos en ampliar las
fronteras de su orbe para lograr la urgente comunicación in-
terplanetaria, no les queda tiempo para reflexionar y meditar
sobre los destinos del alma o sobre las palabras tan sencillas de
Jesús. Hay gran preocupación por extender la administración
terrestre a los pueblos sensatos de otros planetas habitados,
¡creando lo paradójico de querer conocer la casa del vecino,
mientras no se conocen las menores necesidades de la casa pro-
pia! Para las criaturas terrestres bien intencionadas, que toda-
vía depositan fe en la mansedumbre evangélica pregonada por
el Sublime Nazareno, sólo queda una esperanza: ¡la certeza de
que la administración sideral ya inició su intervención salu-
dable y correctiva en la superficie de la Tierra! Ya fueron es-
tablecidas las providencias disciplinadoras desde lo alto, para
impedir la peligrosa desvergüenza humana y ajustar también la
contextura de la Tierra a los tipos de los moradores futuros, que
deberán ser más ordenados y pacíficos.
la característica profética del “juicio final ya está siendo
reconocida, y por tal motivo muchas criaturas se muestran sor-
prendidas ante los fenómenos y los acontecimientos insólitos
que aumentan día en día! Una vez que los responsables de las
principales instituciones de cultura, ciencia y educación en el
mundo se desinteresan de su renovación espiritual y prefieren
hundirse en el torrente enlodado que se desprende montaña
145