Fisiología del Alma 

entre las libaciones alcohólicas que, paradójicamente, esos li-
teratos despiertan el genio creador o la vena poética, pues su 
inteligencia sólo se aviva bajo la acción corrosiva del alcohol. 
Y como así se colocan en contacto con las criaturas viciosas de 
la Tierra o del Más allá, éstas subvierten sus intenciones labo-
riosas, mientras sus esposas e hijos se agotan para sostener el 
hogar empobrecido.

¿Qué enseñanzas de valor pueden legar al mundo los poe-

tas, filósofos y artistas, cuando, para dar a la humanidad algu-
nas obras geniales, comienzan escribiendo, justamente, el dra-
ma cobarde del abandono de sus familias? ¿Qué gloria puede 
atribuirse a quien ingiere decenas de litros de alcohol en la más 
irresponsable bohemia, si no se revela capacitado para conse-
guir el litro de leche para sus hijos? ¿Qué valen para el mundo 
sediento de rutas espirituales la alegría, las rimas, los concep-
tos, los pensamientos y las gracias literarias de aquellos que, 
cantando la epopeya de la vida humana, no logran sustentar la 
alegría del propio hogar?

PREGUNTA: – Esos hombres de genio incomún, pero bohe-

mios y bebedores, ¿sufren también, cuando desencarnan, las 
mismas consecuencias a que se sujetan las otras víctimas de 
la embriaguez, pero sin cultura ni talento?

RaMaTÍS: – Ya os hemos dicho que los viciosos que pasan 

por el mundo, aunque produzcan beneficios y sean protegidos 
contra los espíritus malhechores, no se libran de los males pro-
ducidos en la tesitura delicada del periespíritu, como conse-
cuencia de la ingestión de los tóxicos.

los hombres verdaderamente sabios no laboran contra sí 

mismos, ni se dejan comandar por los vicios que deprimen al ser 
humano, Realmente, todavía es muy grande la diferencia entre 
la “inteligencia” transitoria del mundo material y la sabiduría 
definitiva del espíritu, que es eterno! la inteligencia provisional 
es el talento intelectivo afirmado en las configuraciones y expe-
rimentaciones del mundo

 

transitorio de la materia; la sabiduría 

definitiva es la conquista inmortal del espíritu; es su memoria 
milenaria, existente desde el origen de su conciencia, que se pro-
yecta en la vida física. Sabio es aquel que dirige con eficiencia su 

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