Fisiología del Alma
conocer mejor sus cambios psicológicos y emotivos. así, expe-
rimentan sus víctimas en todas sus vulnerabilidades; provocan
riñas familiares y disgustos profundos, para, de inmediato, des-
pertarles reacciones emotivas, que frecuentemente llevan sus
víctimas a una mayor ingestión de bebidas alcohólicas. Cuando
esas infelices víctimas se inclinan a participar en fiestas noc-
turnas, entre grandes libaciones alcohólicas, los alcohólicos del
Más allá recrudecen en su vampirismo repelente, actuando de
modo hipnótico sobre sus víctimas, para que procuren siempre
los ambientes pecaminosos. de ahí el gran peligro que existe
para los encarnados que se ponen a frecuentar “dancings”, ca-
barets, “boites” y otros ambientes del vicio que, aunque estén
disfrazados bajo el rótulo de diversiones inocentes, son locales
en los cuales los vampiros alcohólicos — tal como consta en la
leyenda de los demonios tentadores — permanecen vigilando
todos los pasos, intenciones y pensamientos de sus víctimas.
ellos los esperan a distancia del hogar, los siguen hasta su em-
pleo y los aguardan hasta a la salida de los templos en donde
no se les permite entrar debido a las fronteras vibratorias de los
pensamientos dignos.
PREGUNTA: – ¿Cómo consiguen perturbar a sus víctimas
cuando se hallan protegidos por la atmósfera de sus hogares
ordenados?
RAMATÍS: – Hacen todos los esfuerzos para que esos in-
dividuos sufran toda suerte de irritaciones, ya sea durante el
trabajo o durante el trayecto del local del trabajo al hogar, pro-
curando, así, inducirlos a provocar conflictos en la familia. los
incitan a las críticas, a las censuras y a los desentendimientos
en los locales de trabajo, en los vehículos de transporte, en los
locales de deportes y casas de diversión, llegando hasta provo-
carles discordias entre las afecciones más sinceras. no satisfe-
chos con eso, procuran encaminar a las manos de sus víctimas
la revista obscena, el panfleto irascible y venenoso, el periódico
escandaloso que les despierta la íntima rebelión contra todo,
atribuyendo a explotaciones ajenas y a intenciones deshonestas,
los hechos más corrientes del mundo.
de ahí el motivo por el cual muchos padres, hijos, espo-
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