Ramatís

que se compungen al encontrarlos transformados en vampiros 
sedientos de alcohol! Sucede eso, porque cualquier deseo in-
controlable y subvertido por la degradación viscosa, corrompe 
las líneas estéticas del periespíritu, puesto que el envilecimien-
to psíquico tiende a procesar el retorno de la figura humana a 
las formas bestiales de los animales inferiores que, desde lue-
go, fueron habitadas por el alma en su evolución primaria, de-
pendiendo los contornos de la intensidad del vicio alimentado. 
entonces, el espíritu exhuma a la superficie de su fisonomía 
la vieja plasticidad de la animalidad ancestral, que sirvió para 
constituir el fundamento de su configuración humana.

Como la acción nefasta del alcohol no respeta la posición so-

cial, intelectual o económica del individuo, y perjudica insidiosa-
mente cualquier organismo, las deformidades teratológicas pro-
ducidas por el agente etílico tanto estigmatizan al bebedor que 
se degrada por medio del aguardiente barato, como a aquel que 
se embriaga constantemente con la bebida más cara del orbe.

PREGUNTA: – Los espíritus viciosos que intentan domi-

nar a los encarnados también viciosos, ¿consiguen sus fines 
solamente entre los que frecuentan los ambientes corrompi-
dos, o pueden intervenir también en sus vidas particulares, 
incluso a distancia de los lugares del vicio?

RaMaTÍS: – no os olvidéis que “los semejantes atraen 

a los semejantes”, Y por tal motivo, el imprudente que atrae 
amistades tan peligrosas como las de los espíritus viciosos, ten-
drá que realizar más tarde ingentes esfuerzos para conseguir 
librarse de ellas. Sabéis muy bien que tanto las aves como las 
culebras pueden acostumbrarse a vuestra presencia, haciendo 
todo lo posible para permanecer con vosotros, siempre que las 
tratéis como ellas lo desean. del mismo modo, si os entregáis 
constantemente al abuso de las libaciones alcohólicas, dejados 
vampirizar por las almas viciadas con el alcohol, es obvio que 
ellas harán todo lo posible para llevarlos a la práctica del vi-
cio en cualquier lugar en que podáis alimentarlo. después de 
obtener cierto dominio sobre los individuos inclinados al al-
cohol, tales espíritus muy difícilmente se conforman a perder 
su “vaso vivo” y lo acompañan a todas partes, pues así pueden 

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