Ramatís

de los viciados del Más allá, que siguen procurándolas por mu-
cho tiempo, llenos de esperanzas en nuevas libaciones iguales a 
aquellas en que participaron en veces anteriores.

aun los hombres dignos y educados deben ser extremada-

mente cuidadosos y vigilantes cuando toman parte en ágapes en 
los que el tradicional aperitivo o copa de champagne puede con-
ducirlos a la infeliz función de “vasos vivos”, si no huyen del ex-
ceso de libaciones que poco a poco puede llevarlos a sintonizarse 
con las fajas magnéticas de los malhechores de Más allá del Tú-
mulo, que viven a la caza de sensaciones subvertidas de la carne.

PREGUNTA: – Tratándose de un individuo que a pesar de 

hallarse muy viciado en el alcohol, sea alma excelente y siem-
pre dedicada al bien ajeno, ¿cuál será su situación al pasar 
al Más Allá?

RaMaTÍS: – después que abandona el cuerpo en la fosa 

terrestre, nadie se libra de sufrir el efecto de sus vicios o pasiones 
desordenadas, pues no puede escapar a la ley implacable que “la 
siembra es libre, pero la recolección es obligatoria”. entretanto, 
los viciosos terrenales que desencarnan, si son personas buení-
simas y servidoras del prójimo, simpre merecen una protección 
especial. Muchas personas viciosas pero de buenos sentimientos 
y de buena índole fraterna, son recibidos en la travesía del túmu-
lo por grupos de parientes y espíritus amigos que los protegen y 
evitan que sean abandonados o caigan en manos de los malhe-
chores desencarnados. Pero, en vista de la justicia implacable de 
la ley, el alma viciosa tendrá que drenar de su propio periespí-
ritu la terrible carga cruciante de los venenos en él incrustados 
por el excesivo eterismo del alcohol, como también tendrá que 
sufrir el terrible deseo de la bebida, despertando en el Más allá 
como si emergiese de las más profunda embriaguez terrestre.

PREGUNTA: – ¿Cuáles son los ambientes en que más pu-

lulan esos obsesores en el mundo terrenal, a la procura de 
“vasos vivos”?

RaMaTÍS: – la pregunta encierra casi, por sí sola, la res-

puesta: pues sabéis muy bien que son los prostíbulos, las ca-
sas de juego, las danceterias, las tabernas o casas de bebidas 

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