Fisiología del Alma
ción de la materia. las repeticiones e insistencias sobre un mis-
mo tema, tienen por objeto auxiliar al lector poco familiarizado
con asuntos medianímicos espirituales, ayudándolo a que le sea
más fácil cualquier duda.
aunque puedan existir en esta obra los defectos naturales
de mi insuficiencia medianímica, contiene un sentido doctrina-
rio bienhechor, puesto que persisten los argumentos de natura-
leza elevada de Ramatís, ciñéndose a la necesidad de nuestra
urgente renovación y cultivo de las virtudes necesarias para una
vida digna y sana. Sus mensajes, aun respetando todo derecho
de crítica o de censura por parte de aquellos que no simpaticen
con su contenido o con su modo de argumentar, tienen la fina-
lidad de demostrarnos que la práctica de la virtud compensa y
beneficia el alma; mientras que el pecado constituye un daño
que subsistirá por mucho tiempo arraigado a nuestra vestimen-
ta periespiritual. Ramatís buscó todas las razones y ejemplos
posibles para explicarnos que, tanto el pecado como la virtud,
se expresan bajo las fases técnicas de un mecanismo científico y
lógico, cuyos resultados influyen profundamente en la especifi-
cación magnética del periespíritu.
Ramatís nos recuerda también que Jesús, al exponer su
admirable filosofía evangélica, no fue solamente un sublime
legislador sideral y un profundo psicólogo conocedor de las
complicaciones del alma humana, sino, por encima de todo, un
científico abalizado que al indicarnos el “camino al Paraíso” o
advertirnos sobre la “senda del infierno”, aludía a nuestro movi-
miento voluntario bajo el comando de leyes científicas e inmu-
tables, derivadas del mecanismo cósmico del propio Universo.
invitándonos a la renuncia del mundo ilusorio de la carne
y del triste ciclo de las reencarnaciones sucesivas, a las que nos
encadenamos tan negligentemente, Ramatís nos ofrece princi-
pios que, al ser considerados, modifican también el propio elec-
tronismo de nuestro periespíritu, haciéndolo diáfano y fluyente;
susceptible, por tanto, de ser atraído fácilmente a los planos
paradisíacos.
el objeto principal del autor de esta obra es despertar nues-
tra mente para que reflexione frecuentemente sobre los perjui-
cios espirituales que acarrea la constante negligencia humana,
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