Ramatís

de las formas o en los estados físicos tridimensionales, jamás 

podrían esclarecer satisfactoriamente a las imágenes y activi-

dades imponderables del mundo espiritual. Es obvio, que en 

base a la complejidad, diferenciación, receptividad y capacidad 

de las múltiples maquinarias, aparatos e instalaciones, que de-

ben utilizar el suministro eléctrico para los más variados fines, 

la usina o central eléctrica, necesita de recursos intermediarios 

para que el flujo de energía decrezca hasta alcanzar el voltaje 

aprovechable a su función correspondiente. Por eso, la ingenie-

ría terrícola creó diversas subestaciones, que reciben desde la 

carga más elevada hasta la más pequeña a través de grupos de 

transformadores.

Consecuentemente, a través de esos grupos de transforma-

dores, tanto se puede accionar un parque industrial como utili-

zar la modesta máquinita de afeitar.

[7]

En forma semejante, podríamos decir, sirviéndonos de la 

sencilla comparación citada anteriormente, que el Psiquismo 

Cósmico acciona e interpenetra todo el universo y posee “sub-
estaciones” 

de transformadores psíquicos en orden decreciente 

y conforme a las necesidades de los departamentos de la vida 

“psicofísica”. Las galaxias, constelaciones, sistemas planetarios, 

orbes y satélites, son fabulosos núcleos de vida psíquica, que 

transitan por el Cosmos bajo la dirección de entidades siderales 

arcangélicas y angélicas, a las que les alcanza la intimidad física 

por la sublimidad de su psiquismo.

Siendo así, esas indescriptibles conciencias arcangélicas, 

que se asemejan a fabulosos transformadores receptivos del 

elevado voltaje divino del Creador, son los proveedores de la 

energía sideral, pero, reducida y adaptada a las conciencias de 

menor capacidad .El Psiquismo Cósmico, en esa transforma-

ción sideral y sin alteración de su Unidad Eterna, alcanza a la 

generalidad de los núcleos de conciencia y vida. En ese decre-

Nota de Ramatís: 

Nuestros mensajes no tienen por finalidad hacer revelaciones 

inusitadas y discutibles, sino dinamizar la mente del lector en el sentido de que 

perciba, lo mejor posible, el metabolismo psíquico del universo. Os recordamos que 

el UNO está en las partes, y las partes integradas en el UNO. Es un asunto que se 

conoce hace muchos milenios y que tratamos de que lo asimile particularmente el 

hombre de intelecto medio, puesto que las manifestaciones profundas sobre el tema 

se encuentran en obras específicas y al alcance de los más inteligentes o investi-

gadores de la Verdad. Tratamos de ofrecer problemas, sugestiones y estímulos que 

permitan al lector ejercitar la fuerza cósmica de su pensamiento creador.

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