Ramatís

determinado voltaje psíquico y adecuado a la vida de los seres 

menos evolucionados.

Pregunta: 

¿Queréis decir que el Psiquismo Cósmico, al 

descender vibratoriamente, se filtra y acciona a través de los 

diversos campos y reinos del mundo físico, hasta modelar la 

configuración del espíritu del hombre?

Ramatís: 

El nacimiento, la formación o el definitivo indivi-

dualismo del espíritu del hombre, no es un hecho simple, pri-

mario o la consecuencia de un fenómeno súbito que sucede en el 

seno del Psiquismo Cósmico. La centella o partícula espiritual, 

cuando alcanza su primera e íntima percepción de existir, que 

es lo mismo que tener conciencia de existir y estar diferenciado 

del Todo Divino, ya resulta ser la etapa final de un prolongado 

proceso en gestación a través de las múltiples formas del univer-

so. No se trata de un hecho milagroso, que procede a diferenciar 

un nuevo núcleo de conciencia, en el seno de Dios. Esa indi-

vidualización de conciencia, sólo sucede después del descenso 

vibratorio y psíquico, desde la forma galáctica, constelatoria y 

planetaria hasta ultimar su filtración por la intimidad de los 

reinos mineral, vegetal, animal, y definitivamente en el hombre, 

como lo más avanzado y precioso.

Al crearse un nuevo espíritu en el seno de Dios, ya posee en 

sí mismo, latente y microscópicamente, el conocimiento y la rea-

lidad macrocósmica del universo. Ello sucede porque la indivi-

dualización espiritual del hombre sólo se produce después que 

el Psiquismo Cósmico efectúa su completo descenso vibratorio, 

osea, la inversión del “macro” hasta alcanzar el “microcosmos”.

Pregunta: 

¿Os sería posible sugerirnos una figura o diagra-

ma gráfico y simbólico, que sea› capaz de expresarnos el extre-

mo macrocósmico del Psiquismo Cósmico, y simultáneamente, 

al otro extremo, la conciencia microcósmica del hombre?

Ramatís: 

Si consideramos, simbólicamente, un cono infinito 

e inmensurable, con su vértice hacia la tierra, y la base perdién-

dose en el infinito, entonces, la conciencia individual del hom-

bre estaría representada por el vértice, y el Psiquismo Cósmico 

por la totalidad del cono. Bajo ese simbólico gráfico, el conoci-

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