Ramatís

sería capaz de practicar acciones tan discutibles y censurables 

como cualquier hombre imperfecto. Y el Divino Maestro no se-

ría el glorioso símbolo o ejemplo correcto de la conducta huma-

na, e indigno de querer enseñar a sus alumnos, aquello que aún 

no aprendió a vivir o sufrir en si mismo.

Si los demás hijos de Dios deben seguir por las espinosas 

sendas de los sufrimientos y vicisitudes humanas a fin de apre-

surar su sensibilidad psíquica para alcanzar la metamorfosis 

del futuro ángel, Jesús no vendría a ser más que un privilegia-

do teledirigido por una especie de “radar espiritual” capaz de 

guiarlo segura y correctamente por los laberintos educativos, 

complejos y dolorosos de la vida física. Siendo así, jamás logra-

ría distinguir lo cierto de lo errado, lo auténtico de lo falso, lo 

sano de lo enfermizo o el bien del mal, sin participar de los pro-

blemas graves que aquejan a los hombres en general. Por todo 

ello, Jesús no sería más que un robot o fantoche manejado por 

cordeles divinos, en una prematura e injustificable promoción 

sideral.

Además, no tendría porqué haber desmerecimiento algu-

no que Jesús haya evolucionado por la misma ley a que están 

condicionados la generalidad de los espíritus. Justamente, por 

causa de haber asimilado conocimientos y haberse sublimado a 

través de incontables vidas físicas, es que posee las condiciones 

para guiar y salvar a la actual humanidad. Su vida y pasión, 

cuyo martirio terminó en la cruz, es la senda correcta que el 

hombre debo adoptar delante de las luchas, tragedias, explo-

taciones, pillajes e ingratitudes entre sus hermanos inmaduros.

Pregunta: 

¿Es verdad que el Maestro Jesús sufrió su cal-

vario, el cual culminó con su sacrificio en la cruz? ¿Su dolor 

material fue más intenso de cuanto el hombre terreno puede 

imaginar?

Ramatís: 

La pasión de Jesús y su holocausto en la cruz 

fueron la imperecedera lección de un Avatar, o Mentor Sideral, 

cuando debe plasmar sobre la superficie de un mundo físico, 

como es la tierra, el derrotero educativo y la síntesis de los ciclos 

reencarnatorios, que definitivamente promueve la libertad de 

los espíritus y los aleja de la vida animal.

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