Ramatís

sitoria. 

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 Todo ello el hombre lo puede apreciar mentalmente al 

comprobar que él mismo no es su propio cuerpo, pero que su 

cuerpo, tan sólo es la manifestación o materialización exterior 

en un cierto grado del espíritu inmortal. El espíritu del hombre, 

único e indestructible, preexiste a la materialización o gesta-

ción de un cuerpo físico en los mundos planetarios, y sobrevive 

después del desgaste o destrucción de su organismo provisorio 

y carnal.

Pregunta: 

Por lo expuesto, ¿sólo existe una Sabiduría en el 

Universo?

Ramatís: 

En Dios está toda la sabiduría, justicia, amor y 

realización, pues siendo la Unidad, de sí mismo se derivan todos 

los procesos que se manifiestan en los incontables fenómenos 

del Universo. Cuando el espíritu de Dios se expande y palpita 

centrípetamente hasta alcanzar el estado compacto, que voso-

tros conocéis por materia y que conforma los mundos físicos, las 

galaxias y la vida inherente a cada orbe, en su manifestación, 

bajo el impulso expansivo y creativo, esa energía constitutiva, 

podría decirse, está dirigida por la voluntad de Dios Espíritu, 

hasta alcanzar la fase que bien se puede denominar “Dios-Ma-

teria”. El Creador interpenetra y da vida al Universo, mientras 

que los espíritus toman conciencia, vibran y viven en el océano 

cósmico, expandiéndose tanto como sea el conocimiento y el 

Amor del Padre Eterno que sienten en .sí mismos, que dirige el 

Universo Monista.

Pregunta: 

¿Qué debemos interpretar por Universo Monis-

ta?

Ramatís: 

Monismo es el concepto adecuado para entender 

Nota del Médium: 

Ramatís explica en la obra El Sublime Peregrino, Cáp. IV “LA 

GRAN PLANIFICACIÓN Y EL CALENDARIO SIDERAL”, o Manvantara de la 

escolástica oriental, que significa una pulsación o respiración completa de Brahma 

ode Dios, es decir, el tiempo en que el Espíritu Divino desciende hasta formar la

materia y después la disuelve nuevamente, retornando a su estado primitivo, de 

espíritu puro. Un “Gran Plano o “Manvantara” abarca el origen y la desaparición 

del Universo físico, comprendida en dos fases distintas: el Día de Brahma, cuando 

Dios expira o crea las formas materiales; y la Noche de Brahmán cuando Dios 

aspira o disuelve el Cosmos morfológico. Cada fase creativa y desintegradora de la 

materia alcanza el tiempo material de 2.160.000.000 años del calendario terreno, 

haciendo el proceso de un total de 4.320.000.000 años es decir, el tiempo real de 

una respiración divina.

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