El Evangelio A la Luz del Cosmos 

so, tampoco está capacitada para juzgar y explicar la grandeza 

del Cosmos en todos sus aspectos.

Pregunta: 

Si el hombre aún no percibe la Realidad Cósmica 

de Dios, tampoco se le puede censurar, puesto que es un fenó-

meno que está más allá de su capacidad mental, ¿no es verdad?

Ramatís: 

Ninguno alcanza la solución de una incógnita 

bajo la obstinación de negarla, puesto que ello es el fruto de una 

reacción producida por el orgullo humano. El hombre humilde 

y consciente, considera válida y definitiva su opinión, pero es 

lógico, hasta el límite de su capacidad humana y discernimiento 

espiritual. Sería absurdo que los alumnos analfabetos del curso 

primario se obstinaran en negar las etapas del curso secundario, 

preuniversitarias y universitarias, que ni siquiera conciben en 

su mente infantil.

El curso primario no es suficiente para proporcionar al 

alumno incipiente la visión global de los cursos superiores, lo 

cual quiere significar que el mundo físico es una preliminar 

educativa con la función restringida de despertar los valores 

psíquicos del ciudadano espiritual, pero que es imposible que el 

comunique la Realidad Divina. Sería más que tonto aquel que, 

conociendo lo básico de la aritmética, se envaneciera por que 

aprendió a calcular y se opusiese a la teoría de la relatividad de 

Einstein, que exige cerebros privilegiados para entenderla. El 

hombre que todavía no se conoce a sí mismo y que es una infe-

liz víctima de los vicios y pasiones animalizadas, jamás debería 

enorgullecerse de negar a Dios que creó el universo.

Pregunta: 

Aunque somos partículas del mismo Dios, Úni-

co y Creador del Universo, acaso, ¿no tenemos el derecho de 

protestar por el sufrimiento que padecemos para poder evolu-

cionar? ¿No tenemos el derecho de rechazar una vida o estado 

de aprendizaje espiritual, para lo cual no fuimos consultados?

Ramatís: 

Es de sentido común que el espíritu del hombre 

sólo podría interpelar a Dios y censurarlo por haberlo creado 

sin antes haberlo consultado, 

(

siempre que admita y sepa que 

existe que es “alguien” en el seno del Universo! ¿Qué hombre 

podría, además, preguntarle a su hijo, si desea “existir” o no, 

70