El Evangelio A la Luz del Cosmos 

y perfeccionamiento, para más tarde, servir a las exigencias de 

las mentes individualizadas. Es una fase de evolución, en donde 

ese psiquismo se activa por las experiencias vividas en el orbe, 

inclusive, en las situaciones dramáticas o trágicas.

Mientras tanto, además del cuidado fundamental de la Di-

vinidad en proporcionar un mayor tiempo de vida al ave, ani-

mal, reptil o insecto, sin embargo, le está ejercitando a través de 

la materia física e instintiva, un psiquismo mejor elaborado. El 

Creador proporcionó a cada especie, además de la vida, un sis-

tema de “auto-protección”, que les permite defenderse o disimu-

lar sus formas ante poderosos enemigos en el ambiente donde 

les toque vivir. Se trata del fenómeno llamado “mimetismo” y 

que fuera imitado por el hombre en las guerras fratricidas bajo 

el nombre de “camuflaje”.

El mimetismo disimula o confunde al ser en el medio am-

biente donde vive y lo ayuda a pasar desapercibido en su lucha 

por la sobrevivencia. Y, bajo tal providencia protectora, el oso 

nace blanco en los polos y se confunde con el blanco del hielo, 

en una especie de auto-protección natural; sin embargo, para 

evitar que ese color blanco se destaque en la selva o en las gru-

tas oscuras, el oso también tiene el color negro o pardo, en las 

regiones no heladas, dificultando la mira de los cazadores. Gra-

cias a ese fenómeno protector, el león del Sahara es pardo claro 

y se confunde fácilmente con la arena del desierto; el tigre de la 

India disimula su presencia en medio de las cañas de bambú, 

debido a su rayado grueso en la piel. Los papagayos son tan 

verdes como las plantas donde viven; las mariposas se confun-

den con los colores de las flores, donde revolotean febrilmente; 

la langosta saltona es tan verde y transparente como la hoja del 

mijo nuevo, que más tarde alcanza un color amarillo parduzco, 

propio del mijo envejecido. Los peces tienen la tonalidad del 

color del mar, mientras que las lombrices y hormigas tienen el 

color característico de la tierra donde viven. Las ranas son ver-

des como la plantación-de las lagunas, pero los sapos disimulan 

su presencia, debido al tono lodoso de su piel.

Hay insectos que son verdaderas hojas de árboles y se 

mueven inusitadamente, mientras que otros, son cuales brotes 

nuevos de plantas, permanecen silenciosos y estáticos cuando 

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