Ramatís
base a su limitación sectaria, muchas veces desmienten los sen-
cillos principios que la misma ciencia humana demuestra; por
esa causa, apartan a los científicos bien intencionados, debido a
que sus creencias infantilizadas y extemporáneas, asentadas en
las leyendas bíblicas y las prohibiciones divinas, impiden la di-
námica del libre pensar y aniquilan las investigaciones sensatas.
En consecuencia, esas religiones contribuyen a empeorar
el concepto sobre la realidad de Dios, cuyos débiles postulados,
místicos, infantiles y prohibitivos son insustentables ante la más
simple argumentación científica, Aún más, los hombres sensa-
tos, cuando perciben la realidad de su tontez y esclavitud a los
dogmas y “tabúes” que los apartaba de la realidad técnica de
la vida espiritual, se adhieren incondicionalmente al ateísmo y
hostilizan a las creencias y a las imágenes que antes sostenían,
como son las avanzadas doctrinas del Espiritismo, Esoterismo,
Rosacrucianismo, Hinduismo o Yoga.
Pregunta:
Las religiones verdaderas, ¿no son aquellas que
fueron fundadas, organizadas o codificadas por profetas, maes-
tros e instructores espirituales como son el Budismo, Hinduis-
mo, Confusionismo, Taoísmo, Judaísmo, Islamismo, inclusive el
Catolicismo, que se inspiró en el Evangelio de Jesús?
Ramatís:
Sin lugar a dudas, que desde los tiempos inmemo-
riales, los grandes profetas, magos, maestros, líderes e instructo-
res espirituales descendieron a la tierra en épocas adecuadas, y
trabajaron en el seno de las razas más apropiadas para inspirar
y programar los movimientos espiritualistas de mayor y eficien-
te interligación religiosa de la criatura con el Creador.
Pero las religiones fundadas con sus respectivos nombres,
más tarde se multiplicaron y -transformaron a causa de sus in-
terpretaciones personales. En verdad, la multiplicidad de reli-
giones, cultos, sectas y credos que hoy existen sobre la tierra,
casi nada tiene que ver con la pureza y la lógica iniciática de
sus fundadores espirituales. Además, esas interpretaciones reli-
giosas todavía volverán a sufrir nuevas influencias morales y re-
ligiosas de otros pueblos, por causa de la constante emigración
de los hombres de un país hacia otro. También es una verdad
que las religiones surgieron simples en su formación primitiva,
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