El Evangelio A la Luz del Cosmos 

Pregunta: 

¿Es suficiente ser creyente en Dios, para que la 

criatura se salve?

Ramatís

: ¡Creer en Dios no es lo mismo que vivir en Dios! 

El hombre que no desenvuelve en sí mismo los atributos divinos 

es semejante al enfermo, puesto que puede creer en el medica-

mento pero no acata la prescripción médica, siguiendo la tónica 

de un enfermo obstinado. Si concebimos que Dios es la Verdad 

Absoluta, la búsqueda de esa Verdad indescriptible sólo es po-

sible a través de la ampliación de la miniatura divina, que todo 

ser posee en sí mismo.

La creencia del hombre que juzga estar en el camino de la 

Verdad, puede hasta significar la negación de esa misma Verdad, 

¡puesto que creer simplemente en Dios no quiere decir que se le 

ha encontrado! Obviamente, si la Verdad o Realidad es desco-

nocida, tanto la creencia como la incredulidad no proporcionan 

el encuentro con Dios. Comúnmente, esa creencia no es un auto 

realización sino una simple proyección del individuo hacia lo 

desconocido. Debido a que la creencia trae aparejada una re-

compensa extramaterial, millones de criaturas tienen fe en la 

creencia, como un motivo para vivir confiados y esperanzados, 

respecto a la salvación, en el caso de que existiera alguna cosa 

después de la muerte del cuerpo físico. Prácticamente, vendría 

a ser un mercado de la redención, en que ciertos creyentes to-

man parte en algunas acciones religiosas, en la expectativa de 

recoger algunos dividendos de la Divinidad-Las iglesias católi-

cas, los templos protestantes, los centros espiritas, los terreiros 

de la Umbanda, las sociedades teosóficas, los tatwas esotéricos, 

los cultos rosacruces y centenas de otras instituciones espiritua-

listas se llenan de creyentes, fieles, discípulos o asociados que 

cultivan ciertos postulados simpáticos y afines sobre una idea 

específica de Dios. Mientras tanto, las criaturas encauzadas en 

esa creencia sistemática y “estandarizada” no modifica su “yo” 

interior ni incorporan los valores in-comunes del “YO” superior 

divino. Probablemente, ignoran que es una conquista individual 

a través del estudio, de la abnegación, del servicio al prójimo, y 

sobre todo, de la acción totalmente desinteresada.

Pregunta: 

¿Podéis extenderos un poco más respecto a esa 

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