El Evangelio A la Luz del Cosmos 

comprobación con el progreso de la cibernética y los computa-

dores, y a quien quisiera encontrarse en las cuatro latitudes de 

la tierra, le bastará recurrir a la magia de la televisión, ayudada 

por el moderno recurso de los satélites, que recorren las varia-

das latitudes geográficas de la tierra. La era de los transplantes 

a través de los injertos de ríñones, corazón, páncreas e intesti-

nos, explica racionalmente la predicción de que los “muertos 

harán vivir a los vivos”, así como las tradicionales operaciones 

mediúmnicas reconfirman aún más esa profecía. El vaticinio de 

que “Lo que Dios no hizo en el Cielo, el hombre lo representa en 

la tierra”, se comprueba con el descubrimiento del video-tape 

que, en forma de memoria fotográfica sonora, graba los hechos 

sin que Dios los configure en el cielo. Finalmente, el hombre 

alcanzó la gloria de posarse en la Luna, en una demostración de 

avanzada liberación de cortar amarras de la tierra, comprobán-

dose perfectamente la predicción de que “”Dios lo prohibió en 

la tierra, mas el hombre lo haría en el cielo”, es decir, sin tener 

alas o imposibilitado de volar en la tierra, consiguió construir-

las en la forma de cápsula espacial y cohete de propulsión para 

alcanzar la Luna.

Pregunta: 

Conocemos una profecía que dice: “Cuando la 

hora llegue y la Creciente invada a Europa, el Papa se unirá con 

un hombre que tiene nombre de mujer”. ¿Podríais esclarecernos 

algo a esa excéntrica predicción?

Ramatís: 

Se presume conforme a las profecías que, hacia el 

final de este siglo, los chinos y cierto porcentaje de pueblos ára-

bes deberán invadir Europa, penetrando por el Tibet y Manchu-

ria, después atacarán París, Roma y Londres. Evidentemente, 

cuando eso suceda, el Papa que rige los destinos del Vaticano, 

ha de buscar otro país para continuar al frente del Catolicis-

mo, puesto que los invasores cultivan doctrinas religiosas anta-

gónicas a la Iglesia Católica. Imposibilitado de permanecer en 

Europa o de buscar otro país católico, el indicado será Brasil, 

fundamentalmente religioso, la esperanza y la solución más re-

comendable. En base a la violencia y las revueltas que son tan 

frecuentes en los países de América Latina y con predominancia 

del Protestantismo en la América del Norte, el pueblo brasileño 

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