Ramatís

nominiosa degradación 

[9]

.

Surge una atmósfera apasionante y llena de oportunida-

des para los corrompidos, viciados y pecadores que pueden 

entregarse a las mayores bajezas y sórdidas actividades bajo 

el sofisma del existencialismo. Es la total inversión de los valo-

res, que estimula a las personas hacia la libertad de conceptos 

en relación a la convivencia, aceptándose sin censura alguna 

aquello que es vil y degradante, cuya generalización en el mun-

do moderno alcanza rápidamente a las clases conservadoras. 

El debilitamiento de las costumbres por causa de la liberación 

de los instintos, entusiasma y confunde, trayendo aparejado un 

retroceso hacia las costumbres del hombre de las cavernas, y 

conforme dice la Biblia, obedece a todos los imprudentes y abo-

minables. Esa animalidad poco a poco impone su linaje inferior 

y anula las fuerzas superiores del espíritu en consonancia con 

el estado vibratorio actual, donde se justifican las aberraciones, 

corrupciones, perversidades y vicios en un censurable olvido so-

bre la belleza de la vida espiritual. En fin, el reinado de la Bestia 

satisface las sensaciones inmediatas, como es la degradación del 

sexo. Bajo denominaciones agradables y terminologías brillan-

tes, así como también, rebuscadas concepciones filosóficas, las 

mayores discrepancias de orden moral son aceptadas a cuenta 

de liberación psicológica del ego, en el sofisma de crear una nue-

va y superior doctrina. Es el momento en que las costumbres, 

las convenciones y tradiciones tan duramente conquistadas y 

que demarcaron el pudor y la sensatez, son arrasadas a cuenta 

de concepciones obsoletas y de preconceptos tontos, en donde la 

anarquía y la emancipación humana del presente siglo se con-

funden bajo el concepto de la autenticidad.

Pregunta: 

¿Podríais ofrecernos algunos ejemplos convin-

Nota del Médium: 

Para no entrar demasiado en detalles por lo citado por 

Ramatís, bastaría analizar el éxito que hace muy poco tiempo tuvo la obra y la pelí-

cula “El Ultimo Tango en París” en que recibieron elogios por el supuesto arrojo con 

aire de liberación, donde un actor sofisticado, pero de cierta responsabilidad, y una 

joven ninfomaníaca, redoblaron sus escenas más libidinosas y degradantes, cuya 

finalidad era dar un mensaje cinematográfico sobre el séptimo arte. Además, en la 

actualidad existen lugares y librerías apropiadas, que venden a muy buen precio la 

corrupción impresa y fotográfica de la pornografía, sin entrar a detallar, los maga-

zines y cassettes 

grabados con la expresión más baja que pueda concebirse y que 

por otra parte, es bueno tener presente, ya comienza a introducirse ingenuamente 

en los hogares a modo ¡de reírse... un ratito...!

349