El Evangelio A la Luz del Cosmos
nupcial, totalmente desimantada de la influencia de la materia
y afectada al ambiente paradisíaco de la eterna existencia ven-
turosa.
Allan Kardec, en el Libro de los Espíritus, capítulo I, “De
los Espíritus”
[2]
, explica que el espíritu del hombre es una es-
pecie de llama, centella o claridad etérica de luz inmaterial, que
se manifiesta configuracionalmente en el ambiente donde vive,
gracias a su envoltura inmortal, conocida por periespíritu. Ese
periespíritu es el responsable por la conformación humana,
aunque sea el vehículo sutil del espíritu sin forma.
En la época de sus investigaciones espirituales, Allan Kar-
dec se vio obligado a hacer una descripción más primaria o
generalizada sobre el periespíritu, a fin de evitar que la doctrina
del Espiritismo, recién nacida, frágil y discutible, pudiera sufrir
el ridículo bajo la metralla sarcástica del academismo materia-
lista y el ambiente fanático del clero, poderoso en aquella época.
Además, la tesis de un organismo imponderable, portador de
sistemas y órganos fluídicos semejante a los humanos y que por
otra parte es capaz de moverse y accionar en el mundo celes-
tial, hubiera sido aprovechado por lo® zumbadores de la época
y aplicado en las críticas desairosas por parte de los adversa-
rios de la doctrina espirita. En el siglo pasado, salvo algunos
iniciados y ocultistas más osados, ninguno podría creer en un
organismo invisible y fluídico, como lo es el periespíritu, cuya
estructura trascendental y avanzada desmerece a la más com-
pleja y poderosa de las usinas que posea el mundo material.
Sin embargo, en la actualidad, gracias al conocimiento cien-
tífico del hombre moderno y de su penetración en el campo de
las fuerzas ocultas, a través de aparatos electrónicos de elevada
sensibilidad; ya es posible concebir la realidad sobre el peries-
píritu inmortal, cuyos sistemas y órganos suprafísicos no tienen
posibilidad de ser igualados por cualquier instrumentación del
mundo material. El fácil manejo de la radio, TV., magnetismo,
radar, ondas ultrasónicas, rayos infrarrojos y ultravioleta, con-
trol remoto, tratamiento genial con el rayo láser, y aun los per-
2
En la pregunta 93 en lo referente al Periespíritu, los espíritus comunicantes
dicen: “El espíritu está envuelto en una sustancia, aunque vaporosa para ti, muy
grosera aún para nosotros, pero suficientemente ligera empero para poder soste-
nerse en la atmósfera y trasladarse donde quiera”. Más adelante aclaran algunos
pormenores al referido periespíritu, que eliminan cualquier duda al respecto.
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