Ramatís
sanos, propios de la vida instintiva, mientras que serán reproba-
das las criaturas sumergidas en el lodo de las pasiones violentas
e indisciplinadas, necesitadas del baño catártico espiritual en el
caldo de cultura de una vida planetaria, semejante a su propia
frecuencia vibratoria e instintiva.
Ojalá las páginas sedativas, amorosas y liberadoras del
Evangelio del Amado Maestro Jesús todavía puedan inspirar a
muchos terrícolas para detener sus pasos a la orilla del abismo,
librándolos de la trágica emigración hacia un mundo inferior,
inhóspito y salvaje donde la insania, la brutalidad y la crueldad
justifican aquel concepto evangélico, que así advierte a través de
Juan: “Y aquellos que no se encuentren en el Libro del Cordero,
serán arrojados en el tanque de azufre y en las regiones donde
sólo se escucha el crujir de los dientes”.
De ahí entonces que, bajo esa advertencia atribuida al
Señor, se podrá comprender que las criaturas carentes de las
virtudes señaladas en el Evangelio del Cristo Jesús, serán exi-
liadas hacia un mundo expiatorio, simbolizado por el “tanque
de azufre”, es decir, un orbe tan primario y salvaje, cuya vida
cruel, violenta e indisciplinada de la animalidad, se encuadra
perfectamente en la descripción del “crujir de los dientes”, que
es la característica de la vida inferior.
Ramatís
Curitiba 30 de Marzo de 1974
25