Ramatís

humanas en el mundo físico, nos ayuda para dar a comprender 

el pensamiento de Jesús. Cuando él afirma que los inocentes y 

perseguidos por las injusticias serán realmente indemnizados 

por parte de los que les juzgaron mal, nos aclara que bajo la 

Justicia Divina, alcanzarán mucho más rápida la ventura es-

piritual, por cansa de la injusticia cometida, siempre que no 

participen en odios y venganzas.

Además, la infamia, injusticia o calumnia, pueden causar 

males de grandes proporciones, dado que hieren a muchas cria-

turas por estar vinculadas a la vida de quien es juzgado injus-

tamente. El hombre calumniado, que en un instante de deses-

peración se suicida por fuerza de su debilidad moral, aunque 

sea injusta, puede comprometer la existencia carnal de otras 

personas, causándoles perjuicios intensos e imprevistos por sa-

lir rápidamente del curso de la evolución humana y física. El 

fracasado suicida deja a su esposa e hijos afectados por deudas 

insolubles y falta de recursos educativos; allí, interrumpe su tra-

bajo profesional, prematuramente, sin dejar substituto adecua-

do y competente; acullá, trunca el plan reencarnatorio trazado, 

que aceptó en el Más Allá antes de encarnar, el cual se acortó 

antes del plazo previsto, destruyendo los esfuerzos realizados 

por los técnicos y mentores de la espiritualidad. La muerte súbi-

ta del que sufrió injusticias agrava aún más la culpa y el monto 

indemnizatorio de la futura rectificación kármica para quienes 

infirieron calumnia a la víctima inocente. La muerte prematura 

del afectado injustamente es un impacto negativo, y para el fu-

turo es de tremenda responsabilidad para los causantes.

En consecuencia, el “mal juzgador” que calumnia y condena 

no es afectado únicamente por el “pecado” cometido contra su 

hermano, sino que ha de ser medido con la misma medida con 

que acostumbra a medir al prójimo, o como dice el precepto 

evangélico: “Pagará hasta el ultimo centavo”. Sufrirá un correc-

tivo tan grave y de proporciones por parte de la Ley Kármica, 

como haya sido el total del perjuicio causado por su injusticia, 

directa o indirectamente a todas las víctimas afectadas en aque-

lla misma vida.

Pregunta: 

¿Qué podemos hacer, si todavía predomina en 

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