Ramatís
comunidad, lo único que alcanzaron fue agravar la condición de
sus colegas de ruta terráquea.
En base al primitivismo espiritual del terrícola, cuya igno-
rancia lo hace soñar con acumular bienes para vivir milenios,
cuando apenas alcanza a vivir unas pocas decenas de años en
su existencia física, por eso, es muy difícil que el rico alcance la
paz del espíritu, debido a su hartura y el apego que posee por
las cosas materiales que hacen parte de su mundo material. Así
como el ave no puede volar libremente cuando está sujeta al
suelo por medio de una cuerda; de la misma forma, el rico no
podrá elevarse a los cielos, si permanece esclavizado a los “flui-
dos gravitantes” de los objetos y bienes a que se adhirió en la
tierra. De ahí la significativa advertencia de Jesús, cuando dice
que “no se debe servir a dos señores al mismo tiempo”, porque
es imposible alcanzar el reino de Dios, cuando aún estamos ad-
heridos a los valores de los bienes terrenales. Además, la riqueza
es casi siempre el fruto de la especulación inescrupulosa de los
más astutos sobre los más ingenuos, o del pillaje conseguido a
través del proceso, en que la fuerza, casi siempre, empalidece la
ley del derecho.
Pregunta:
Nos agradaría recibir nuevos ejemplos respecto
a esa imantación que ejercen las riquezas sobre el rico o harto
de bienes materiales.
Ramatís:
Jesús apenas mencionó una ley específicamente
científica, la que acciona magnéticamente en el campo peries-
piritual de la persona. El poderoso mundo de las riquezas, a
través del campo de fuerzas primarías, acciona vigorosamente y
atrapa al “dueño” a su “objeto”, si no aprendió a liberarse pru-
dentemente de esa atracción
[1]
.
Es muy difícil que el rico entre
en el “reino de los cielos”, advirtió Jesús a los judíos, porque se
estaba refiriendo esotéricamente a lo que conocen los espiritas,
1
Párrafo extraído de la obra Volví, del espíritu del hermano Jacobo por inter-
medio de la psicografía de Chico Xavier: “No será posible efectuar la separación
del organismo espiritual con mayor rapidez. Aclaró también, que el ambiente
doméstico estaba impregnado de cierta sustancia que clasificó de “Fluidos gravi-
tantes”, entorpeciendo la liberación. Más tarde, vine a percibir, que los objetos de
nuestro uso personal emiten radiaciones que se unen a nuestras ondas magnéticas,
creando elementos de ligazón entre ellos y nosotros, reclamando mucho desapego
de nuestra parte para que no nos aten o nos perturben”, capítulo “Entre Amigos
Espirituales”, obra editada por la Librería de la Federación Espirita Brasileña.
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