Ramatís

los monstruos modernos, que además vomitan fuego y plomo 

pulverizándolos en pocos instantes. La vida humana en medio 

de la civilización aún es tan insegura y precaria, que hasta un 

paranoico fustigado por delirios mesiánicos podría exacerbar 

las pasiones belicosas de un pueblo, y aumentar el índice demo-

gráfico de la población mutilada y teratológica, resultante de los 

mataderos fratricidas.

[1]

Pero, conforme a las profecías bíblicas que anunciaban el 

“Fin de los Tiempos”, desde Isaías, Miqueas, Job, Malaquías, 

Daniel, Ezequiel, Juan Evangelista y el mismo Jesús, incluyen-

do también los profetas modernos como Santa Odila, el Cura 

de Ars, Catalina Emmerik, el campesino Maximino, el profeta 

Frau Silbiger, Paracelso, Madre Shipton e Izgur, hasta el famoso 

vidente Nostradamus, cuyos tiempos profetizados ya está vi-

viendo la actual humanidad, encontrándose en el más grave y 

espinoso examen de su conducta espiritual. Día a día, conforme 

citan las profecías bíblicas, la Administración Sideral del orbe 

juzga a los “vivos” y a los “muertos”, es decir, a los encarnados 

y desencarnados, promoviendo a dos grupos distintos de espí-

ritus. A la derecha del Cristo, símbolo del Amor, se sentarán los 

buenos, cuyos espíritus “heredarán la tierra”, una vez depurada 

y verticalizada, retornando en futuras reencarnaciones, a fin de 

apresurarse en las ciencias y en las artes, para poder demostrar 

su potencialidad divina. A la izquierda, se colocarán los dos 

tercios de almas, integradas por los malos, o los citados bíblica-

mente como los lobos o yuyo, en fin, los reprobados en el “Juicio 

Final”, y que deberán emigrar hacia otro planeta, donde podrán 

recomenzar sus lecciones hasta alcanzar el grado de altruismo, 

exigido para habitar mundos pacíficos, sanos y venturosos. Los 

“de la izquierda” del Cristo son criaturas indisciplinadas, per-

versas, avarientas, orgullosas, egoístas, tiránicas, lujuriosas, hi-

pócritas y vengativas. Deberán encontrarse en el ambiente del 

mundo primario donde irán a habitar, siéndoles sus condiciones 

apropiadas para dar cabida a sus insanias, maldad y violencia, 

como lo hacen actualmente en la tierra. Bajo la Técnica Sideral 

que se denomina “los semejantes curan a los semejantes”, los 

1 Es evidente que Ramatís se está refiriendo a los tipos megalo maniáticos como 

Hitler, Mussolini y tantos otros que arrastran a su pueblo a la destrucción e 

infelicidad humana.

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