El Evangelio A la Luz del Cosmos 

Pregunta: 

¿Cómo podríamos sentir la presencia del Cristo 

planetario, en nuestras vidas, si todavía no tenemos las condi-

ciones psíquicas o espirituales necesarias?

Ramatís: 

En el Evangelio, Jesús dice así: “Yo estoy con vo-

sotros todos los días hasta la consumación de los siglos”. Bajo 

tal concepto, deducimos que existe una presencia espiritual 

constante y eterna, porque no habrá consumación de los siglos 

en el sentido de eternidad, sino únicamente en lo que se refiere 

a la vida material. Hay que distinguir que, aunque Jesús sea un 

espíritu de considerable amplitud de conciencia y capacitado 

para abarcar psíquicamente un vasto campo del pensamiento e 

intenciones de los hombres terrenos, sin embargo, es necesario 

la presencia permanente e insofismable, como lo es el Cristo, el 

Espíritu Planetario, que interpenetra integralmente todos los 

átomos físicos de vuestro mundo y el campo psíquico de vuestra 

humanidad. Entonces el Cristo podía afirmar por los labios de 

su mediador, Jesús, lo siguiente: “donde dos o tres estuvieren re-

unidos en mi nombre, allí estaré yo en medio de ellos”. Eviden-

temente, cuando los seres vibran por la mente y el sentimiento, 

bajo la frecuencia superior del amor fraterno y puro, allí vibra 

con más intensidad el espíritu del Cristo, que es Amor Incondi-

cional.

Jesús fue el instructor humano más perfecto y sensible, ca-

paz de captar y transmitir la Luz y el Amor incondicional del 

Cristo, a las penumbras del orbe terráqueo. Por eso, el amor 

que el Cristo puede manifestar a través de Jesús, vive espiritual-

mente en nosotros, y puede sentirse su presencia, si nos volve-

mos un instrumento mediador, capaz de sentirlo por nuestra 

sublimación en constante ascenso. El Cristo que se manifiesta 

internamente en el alma de los seres, les ilumina y purifica los 

intersticios de la indumentaria carnal externa, así como la ener-

gía de la usina, da brillantez y pureza a la luz emitida por la 

lámpara de buena calidad.

Pregunta: 

¿Sólo una vez que Jesús recibió al Cristo y se 

manifestó en la ceremonia del bautismo, es que se positivizó la 

enseñanza de que «Ninguno va al Padre si no es por mí»?

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