Ramatís

oElegido para materializar el Verbo en vocablos o ideas accesi-

bles a la mente humana, bajo la égida del Arcángel Planetario, 

fue el Hombre Luz, el inigualable y amoroso Jesús de Nazareth.

Pregunta: 

Perdonad, pero bajo nuestro entendimiento hu-

mano, tenemos la impresión de que el Arcángel Solar y el Ar-

cángel terráqueo, pueden reencarnar en la materia de sus siste-

mas solares y planetarios ¿no es verdad?

Ramatís: 

De la misma forma que vuestro espíritu gobierna 

la indestructible red microscópica de sistemas solares y galaxias 

constituidas por electrones, átomos, moléculas, células, tejidos 

y órganos del cuerpo físico, los arcángeles dirigen o gobiernan 

sus sistemas solares sin necesidad de reencarnar en ellos. No 

debéis considerar esa actuación arcangélica al “pie de la letra” 

con las encarnaciones humanas, porque los Espíritus Arcangé-

licos accionan en otras dimensiones y no están sujetos a las 

vicisitudes y al dolor común de vuestra carne. Ni bien finalice el 

“Gran Plano” o “Manvantara” del cual participáis actualmente, 

se desintegrará la sustancia visible de vuestro sistema planeta-

rio, sin que por ello desaparezca el Logos Solar, sustentador de 

los astros, el que entonces ha de sentirse con mayor libertad en 

su dinamismo sidéreo y en la plenitud de gozo, de su Conciencia 

Cósmica. Aunque reconocemos la imposibilidad que tenemos 

para describiros ese acontecimiento indescriptible, que sobre-

pasa cualquier concepción de la mente e imaginación huma-

na, diríamos que el Arcángel termina con su divina misión de 

despertar las conciencias humanas, que “nacen” y “crecen” cons-

tantemente bajo el aliento creador de Dios!... Sin querer fijar 

términos absolutos, recordaríamos la idea de que tan majestuo-

so Espíritu comenzaría a usufructuar cierto reposo espiritual, 

al deshacerse del Universo Materia y recogerse en su absoluta 

intimidad sidérea.

Pregunta: 

¿Cómo se procesará la «segunda venida» del Cris-

to?

Ramatís: 

Si hemos comprendido que Jesús no fue el Cris-

to sino el mediador encarnado en el orbe terreno, es evidente, 

que la “primera venida” del Cristo se hizo “indirectamente” por 

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