Ramatís
al material. En su intimidad sideral, ya no existe la convención
de las formas limitadas, la idea de nacer o morir físicamente,
puesto que vibra fuera del tiempo y del espacio. El Arcángel
es un estado de espíritu venturoso y duradero, un “realizado”
definitivamente, que usufructúa un éxtasis o sámadhi eterno
e ilimitado. El metabolismo del Arcángel es Amor Puro, como
un sublime condensador de Amor Divino, que se renueva v se
regocija por la constante entrega de sí mismo para los demás
[5]
.
Pregunta:
Los teósofos dicen que los arcángeles son enti-
dades oriundas de un linaje particular, y que jamás vivieron los
ciclos materiales, y cuya evolución sigue directrices distintas a
las de los hombres. ¿Es verdad?
[6]
Ramatís:
Aceptar lo manifestado en vuestra pregunta sería
lo mismo que aceptar dos sistemas diferentes en el plano de
la Creación y de la manifestación del espíritu por los diversos
ciclos o etapas para alcanzar su estado de conciencia indivi-
dual. La observación y la lógica demuestran la existencia de
un Sistema único y creador de los espíritus individualizados en
Dios. La centella espiritual surge simple e ignorante en todas
las latitudes del Cosmos, y lentamente, a través de incontables
etapas y vidas, irá evolucionando gradualmente hasta alcanzar
la mente humana, la cual aún es incapaz de vislumbrar donde
comenzó los primeros grados de su individualización.
El plano evolutivo determinado por Dios es uno sólo; sen-
sación animal, emoción del hombre, sabiduría y amor del ángel
y la plena creación del arcángel. Esas condiciones son aplica-
das a la totalidad de los espíritus, porque Dios no modifica el
proceso creador fuera del tiempo y del espacio. No existen dos
especies de procesos evolutivos, en donde unos progresan ex-
clusivamente por vía del “mundo interno”, y otra, que se inicia
por vía del “mundo externo”. La materia, lo prueba la ciencia
moderna, es “energía condensada”, y en consecuencia, no existe
ningún mérito evolucionar únicamente en medio de la “energía
5
Nota de Ramatís:
La planta, arraigada a la tierra, germina y crece, y en su madu-
rez, abre sus olorosas y atrayentes flores, sin pedir compensación alguna, puesto
que obra de acuerdo a un oculto instinto de amor; el Arcángel es el estado de Amor
permanente, que se vitaliza cuando más ama.
6
Ver la obra Fraternidad de los Ángeles y de los Hombres, de George Hogdson,
que defiende esa tesis. Obra editada por la Librería “O Pensamiento”, en Brasil.
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