El Evangelio A la Luz del Cosmos 

Los términos Avatares, Devas, Logos y otros títulos, muy al gus-

to de la filosofía oriental, se refieren a idéntica terminología oc-

cidental, pero aplicada en Oriente. En consecuencia v atendien-

do a los límites de la mente humana, buscaremos explicaros 

el tema de vuestra pregunta de la forma más objetiva posible, 

aunque la realidad no se ajusta a los términos tradicionales. Un 

“ángel”, como es la graduación de Jesús, es una entidad espi-

ritual que todavía puede recomponer su “matriz periespiritual” 

para vincularse nuevamente a un organismo carnal por medio 

de la gestación del vientre materno. Además, la propia Biblia 

deja sentado el precedente, que los ángeles tienen la posibilidad 

de renacer en la materia, cuando existe una necesidad evolutiva, 

ya sea de él o de una humanidad, conforme lo simboliza la pará-

bola de los siete grados de la escala de Jacob, donde los ángeles 

suben y descienden en el simbolismo de las reencarnaciones.

Un arcángel no puede volver a tomar un cuerpo carnal, 

porque su frecuencia espiritual sobrepasa el campo de cualquier 

actividad en un cuerpo orgánico. El Logos o Cristo, es el Arcán-

gel que abandonó definitivamente los vínculos intermediarios 

de los campos vibratorios, de menor frecuencia. Sería necesario 

invertir algunos milenios del calendario terreno, para que un 

arcángel consiguiera modelar nuevamente el conjunto peries-

piritual, que lo uniría a la vida física. El inmenso desgaste que 

ocasionaría para el éxito de tal realización, no compensaría la 

elección de un arcángel para la tarea liberadora de una huma-

nidad. Eso representa la lógica del principio de la economía 

cósmica, pues la Técnica Sideral jamás crearía inconvenientes 

en el campo energético, desproporcionando la ubicación de los 

medios para alcanzar los fines. El arcángel no pone en acción 

fuerzas cósmicas para realizar un trabajo, que otras entidades 

podría hacerlo con el mismo éxito y menor desgaste, puesto 

que se trataría de una actividad de menor importancia para su 

jerarquía.

El término arcángel define la nomenclatura sideral del espí-

ritu que se ha liberado totalmente de las contingencias reencar-

natorias, lo que quiere decir, que empleó en su totalidad la tra-

dicional “onda de vida”, conocida por los maestros orientales, 

por la cual se ejerce el ajuste “psicofísico” del mundo espiritual 

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