Ramatís
refiere a que Jesús de Nazareth era una entidad humana, al
servicio del espíritu planetario de la tierra, el Cristo?
Ramatís:
En verdad, el Cristo, el Divino Logos o el Espíritu
Planetario de la tierra es anterior a la existencia de Jesús de
Nazareth.
Entre los religiosos dogmáticos y espiritualistas adventis-
tas, incluyendo a una buena parte de los espiritas, los cuales
consideran que es una herejía o blasfemia decir que Jesús fue el
mediador del Cristo Planetario, sin embargo, esa es una reali-
dad irrevocable
[3]
.
El Cristo es una entidad arcangélica, el Logos Planetario
Terráqueo o el Espíritu Crístico de la tierra, cuya elevada fre-
cuencia vibratoria lo hace imposible de tomar contacto con las
formas del mundo físico. De ahí porqué la Técnica Sideral es-
cogió al Espíritu de Jesús, entidad de elevada espiritualidad y
todavía con posibilidades de actuar en la tierra, para entregar
el mensaje o pensamiento del Espíritu Planetario, que se llamó
el Evangelio. El Cristo vivifica vuestro orbe e ilumina a la hu-
manidad terrícola, tal como sucede con los Cristos Planetarios
de Marte, Júpiter, Saturno y otros mundos. En un lenguaje algo
sencillo, diríamos que los Cristos planetarios son una especie de
“transformadores” Arcangélicos, que rebajan la frecuencia de la
Luz Cósmica del Creador, o sea, la energía cósmica de la Usina
Divina, hasta alcanzar la frecuencia necesaria y compatible con
las necesidades para permitir la vida de las humanidades en los
mundos físicos.
Tomando otro ejemplo similar, pero de orden material, di-
ríamos que la energía eléctrica, entregada por la usina es de
muchísimos voltios, pero a través de una serie de transforma-
dores se reduce el voltaje a los efectos de poder alimentar un
gran parque industrial, como atender las necesidades de una
pequeñísima maquinita de afeitar. Por eso, entre la usina y la
modesta maquinita de afeitar median los diversos transforma-
dores, permitiendo la utilización de la energía vital para todas
las frecuencias. Los Cristos o Logos Planetarios son los reful-
gentes espíritus de los arcángeles, sublimes transformadores
3
“Ni os llaméis Maestros, porque uno es vuestro Maestro, el Cristo” (Mateo, XXIII,
v.8 al 10). Se demuestra claramente, la distinción que hacía Jesús de su persona
y la de Cristo.
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