El Evangelio A la Luz del Cosmos
ser un perfecto “Código Moral”, en sus entrañas posee un cien-
tificismo que es capaz de estructurar al “superhombre” más per-
fecto, debido a que cuenta con lo mejor del psiquismo creador.
Pregunta:
¿Nos podéis explicar mejor ese concepto?
Ramatís:
Bajo la supervisión de la ciencia evangélica, el
“superhombre” ha de ser aquel que supo librarse de la atracción
de los fluidos gravitacionales del instinto de las cosas y de los
objetos ilusorios del campo material. ¿De qué vale un “super-
hombre” apegado a las formas de un mundo transitorio, que
haya sido un suceso biológico entre la cuna y la tumba física,
pero ampliamente superado por el primer mendigo que se in-
tegró al Evangelio del Cristo? El superhombre indestructible es
aquel cuya acción es el resultado de los principios esenciales y
eternos de la vida espiritual. ¿De qué vale intensificar el poder,
la capacidad y la astucia del hombre, si todo ello centuplica los
conflictos humanos?
El superhombre verdadero no es el espécimen transitorio
del trabajo y la disciplina biológica, capaz de dominar las for-
mas que se encuentran en constante transmutación, sino el ciu-
dadano que ha sabido liberarse del yugo de lo externo, es decir,
es la expresión viva e inmutable del espíritu absolutamente ven-
cedor de la materia. El superhombre jamás se vuelve un agresor
oes vengativo, porque en su esencia, es todo perdón; jamás roba
oambiciona, porque en esencia es el más rico del mundo, pues
quien menos necesita para ser feliz, es el poseedor de los tesoros
imperecederos.
El superhombre jamás condena o juzga, porque en su esen-
cia es el más justo y sabio. Bajo las leyes espirituales, el futuro
y perfecto ciudadano terrícola o superhombre de la genética
dirigida, ha de ser esencialmente pacífico en su manifestación
mental psíquica, a fin de no destruir a su propio mundo, por
el exceso de agresividad animal. Estará dotado de un cuerpo
de líneas puras y armónicas, pero tendrá un control nutritivo
sano, que no altere su metabolismo natural. Será una criatura
importante si se cultiva bajo la máxima hipersensibilidad psí-
quica de la poesía, el arte, la ciencia, la filosofía y la moral, a fin
de plasmar sobre la superficie de su mundo físico, la belleza y
138