Ramatís

elaborado, jamás será un santo sino tiene el ingrediente básico 

del Evangelio.

En verdad, los principios evangélicos pueden orientar sa-

namente la vida y organizar correctamente la civilización. La 

Ley del Cielo que gobierna a la tierra, estimula y selecciona 

los tipos excelsos e incomunes de los superhombres, que se 

mueven por sobre las contingencias del tiempo y del espacio, 

en fin, son gigantes inmunes a cualquier influencia emanada 

del mundo inferior de la animalidad. Por ventura, ¿la ciencia 

terrícola conseguirá producir un tipo de “superhombre” al ni-

vel de Jesús, Francisco de Asís o Buda, siendo éstos productos 

de un psiquismo que sobrevive a través de millares y millares 

de mundos ya extinguidos? ¡Sería una estulticia o un delirio, 

que el cientificismo mediocre del mundo material, que todavía 

no consiguió establecer la paz entre los hombres, consiguiera 

producir un “superhombre”, tan al gusto de los humanos! La 

vanidad del cientificismo llegaría al máximo, gastando millares 

y millares de pesos en el problema de crear “superhombres”, 

mientras que por otro lado se trata de controlar la natalidad, en 

base a la poca alimentación mundial y tantos otros problemas, 

que todavía el hombre, que dice ser inteligente, no supo resol-

ver a gusto. Sería muy interesante que el hombre produjera un 

émulo del monstruo de Frankenstein, mientras perecen millones 

y millones de criaturas subdesarrolladas que desperdician su 

valioso instrumento carnal, que la Divinidad modela para el 

advenimiento venturoso del ángel.

Pregunta: 

¿Es censurable que la biología experimente para 

perfeccionar el organismo humano?

Ramatís: 

No es censurable que se experimente biológica-

mente, pero, no deja de ser una imbecilidad, que el científico 

terrícola intente modelar un superhombre ¡con el material infe-

rior de la ancestralidad biológica de las cavernas!... En un mun-

do donde los más fuertes y privilegiados son preparados para 

aniquilarlos o estropearlos en los campos de batalla, lo único 

que se puede esperar, que ese supuesto superhombre creado por 

el genio de la ciencia, ha de ser igual a un Gengis Kan, Atila, 

Napoleón o Hitler. Nunca olvidéis que el .Evangelio, además de 

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