Ramatís

castigado y censurado por los inescrupulosos y sensuales del 

mundo. Pero, la angelitud sólo se alcanza entrando por la “puer-

ta estrecha”; inclusive deberá afrontar la exigencia de “entregar 

la camisa a quien le está robando la túnica”, y no debe descartar 

la posibilidad de tener que “caminar una milla más a quien le 

obligó a caminar la primera”.

No se trata de imposiciones o mortificaciones exigidas por 

Dios a cambio de “pruebas” de iniciación sideral, o como pre-

mio recibido por la proeza de haber sobrepasado el examen. 

Es un proceso de la técnica sideral, es decir, el único camino 

enseñado y vivido por Jesús hasta su último suspiro en el Cal-

vario. Así como la semilla necesita renunciar a sí misma, en el 

seno de la tierra, para desintegrar su vieja forma y resurgir en 

la forma de una nueva especie vegetal, pródiga de flores y fru-

tos, el hombre debe renunciar a su vieja personalidad humana, 

por la metamorfosis de la individualidad eterna. A través de la 

“puerta “estrecha”, el espíritu decanta el residuo inferior de la 

animalidad, desimántase de las pasiones coercitivas, y supera 

los deseos subversivos, fluyendo de sí la Luz, que es motivo de 

vida y Amor, y además, sostén de la Ventura Eterna.

Por lo tanto, el Evangelio es la fórmula perfecta para el as-

censo espiritual porque resuelve los problemas humanos en la 

lucha por la liberación definitiva del espíritu en el mundo de las 

formas transitorias. También es verdad que no es una conquis-

ta fácil; la evangelización exige absoluta renuncia del ser que 

todavía se encuentra fascinado y aferrado al linaje sustentador 

del mundo animal. Todos aquellos que probaron esa posibilidad 

dejaron un rastro de luz y amor en medio de la turbulenta hu-

manidad. En realidad, son ejemplos positivos de que es difícil 

pero no imposible.

Pregunta: 

La evangelización integral, ¿no requiere renun-

cia completa, y quizás, el substraerse de los deberes de la pro-

pia vida humana? Si todavía participamos en un mundo, cuya 

existencia normal requiere el manejo y la posesión de los bienes 

físicos, ¿cómo podremos renunciar a ello prematuramente?

Ramatís: 

La evangelización integral requiere la renuncia 

constante y consciente al mundo de la materia, como ser, abdi-

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