Ramatís
metabolismo de la vida, y que se encuentran magníficamente
sintetizadas en el Evangelio, demostradas en forma de concep-
tos, máximas, parábolas y principios, que también deben rea-
justar al mundo interior del ser humano.
Pregunta
: ¿Por qué el hombre, siendo un espíritu encar-
nado, no acepta o no comprende inmediatamente la naturaleza
sublime y salvadora del Evangelio? ¿No debería creer en Jesús,
como el alumno lo hace con el profesor?
Ramatís:
El que demore o se integre a la brevedad a los
postulados del Evangelio, depende fundamentalmente del grado
de conciencia espiritual de cada uno, y no de su memoria ad-
quirida a través de múltiples reencarnaciones. Vuestro mundo
es pródigo en líderes religiosos, católicos, protestantes, espiri-
tas y aun los que se titulan iniciados, que pregonan y divulgan
el Evangelio, pero aún no asimilaron y pusieron en práctica, a
través del vivir cotidiano, esas sublimes enseñanzas que preten-
den inculcar al prójimo. Son como distribuidores de aceite, cuyo
objetivo es encender la lámpara ajena, mas infelizmente, por su
negligencia o retardamiento espiritual, terminan a oscuras por
falta de combustible en su propia lámpara.
Sólo las almas que abarcan una mayor área de la realidad
espiritual asimilan con facilidad toda la fuerza, coherencia y
veracidad de la Ley Suprema, expresada a través del Evange-
lio. Además, ningún hombre puede transmitir a otra persona su
experiencia espiritual del reino divino, así como el ciego de na-
cimiento no puede explicar de qué color es la luz que ilumina al
mundo, puesto que nunca la vio. La asimilación del contenido
del Evangelio, como una experiencia viva para toda la eterni-
dad, sólo es posible por la iniciación gradual y ascendente de
la intuición. ¡Esta es una facultad que otorga el saber sobre la
Realidad Divina, exceptuada de las formas y de los fenómenos
de los mundos transitorios de la materia!...
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