La Vida Más Allá de la Sepultura
que todas las criaturas son emisoras vivas, de rayos conforme
a la onda espiritual en que se colocan por efecto de sus anti-
guas alegrías. Cuando nosotros sintonizamos ideales elevados y
creadores, asociamos energías que nos fortifican bajo un sano
optimismo, pero, obtenemos el medio afín, ni bien vacilamos,
al recordar la evolución triste que llevamos en la Tierra, por
lo cual, somos torturados por la carga energética de su baja
vibración, que nos incomoda bajo la reacción aflictiva corres-
pondiente. En base a la comprobación de la inmortalidad y que
ya comprendes perfectamente que la Ley de Karma siempre
beneficia para el futuro, no es razonable que todavía te dejes
dominar por las vibraciones de tus propias evocaciones aflicti-
vas. A medida que nos encaminamos hacia regiones más altas e
ingresamos en un campo de materia más sutil, percibimos que
nuestro espíritu también influye con más vigor en el medio y
en la sustancia astral que lo rodea. Nuestras acciones también
producen reacciones más vivas, porque pensamos, sentimos y
modificamos rápidamente el ambiente que os rodea. Después de
la desencarnación, es cuando percibimos, bastante sorprendi-
dos, el maravilloso mecanismo del espíritu, que crea las formas
y las modifica en el medio natural en que habita.”
Basándome en argumentos presentados por el hermano
Navarana, traté de armonizarme y limpiar los vidrios de mis
anteojos... verificando con asombro, que el ambiente, retorna-
ba hacia mí, en su primitiva y encantadora expresión y mi pe-
ri-espíritu vibraba nuevamente en un éxtasis de magnetismo
sedativo.
Creo que así podréis valorar la importancia de nuestros
pensamientos en relación con el medio astral en que vivimos,
porque somos los instrumentos que producen las modificacio-
nes, que tanto embriagan el alma o nos abate.
Pregunta: ¿El mundo que os rodea, es análogo al escenario
del mundo terreno, conforme lo manifiestan algunas literatu-
ras mediúmnicas, cuándo se refieren a las colonias, ciudades,
vehículos, árboles, ríos, etc.? ¿No será un esfuerzo comparativo
oel producto de la imaginación del médium que recibió tales
comunicaciones?
91