La Vida Más Allá de la Sepultura
que bien podéis aceptar o rechazar, también las intuiciones ma-
lignas deben plasmarse bajo vuestro libre y espontánea volun-
tad. La persona sólo queda anulada en su libre albedrío y pierde
el dominio completo de su cuerpo en los casos de obsesiones
totalmente posesivas, relacionadas con rectificaciones kármicas
ocuando están obsesadas por el vicio degradante.
Esa es la causa del porqué los espíritus obsesores precisan
servirse de los recursos del mundo material, trabajando solapa-
damente para que sus víctimas en forma indirecta sean induci-
das a degradarse por los vicios a que tienen propensión.
Pregunta: ¿De qué modo los obsesores inducen indirecta-
mente a sus víctimas hacia la degradación a través de los vicios
a que están propensos?
Ramatís: Suponed el caso de un hombre que se entrega des-
controladamente a la bebida; cada vez que tiene desavenencias
domésticas con la esposa o hijos, los viciados del Más Allá con
el interés de hacerlo un vaso vivo trataran de recrudecer todas
sus amarguras hogareñas, incentivando los motivos mórbidos y
estimulando el vicio de la embriaguez.
Todos los espíritus interesados en forma de “alimentos vivos”
en la Tierra se unen a otros grupos de malhechores, protegién-
dose mutuamente en el trabajo obsesivo para que su empresa
malévola no tarde en alcanzar el éxito deseado. Se correspon-
den en las tareas innobles procurando mantener a las víctimas
bajo el diapasón emotivo de la cólera, desánimo o intención de
desquite consigo mismo, para incentivar la degradación vicio-
sa. Es de sentido común que el hombre embriagado permanece
bajo el yugo de las pasiones animales que afloran peligrosa-
mente a su conciencia, juntamente con los resentimientos y de-
seos subjetivos del desquite contra las humillaciones sufridas
anteriormente. Al poco tiempo se vuelve un elemento colérico,
insatisfecho, fácilmente amoldable a la condición degradante de
ser un “alimento vivo”.
Desarrollando con habilidad la trama de la mutua compen-
sación, los espíritus tenebrosos preparan anticipadamente el cli-
ma enfermizo en el hogar de su víctima para que la discordan-
cia sea más violenta, principalmente a la hora de las comidas o
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