Ramatís

Ya no tenía más dudas con respecto a la naturaleza y a la 

fuerza de aquellas luces que me visitaban seguido, pues siempre 

se desvanecían en mí, después de dejarme una suave sensación 

de alivio, al mismo tiempo que parecía nutrirme espiritualmen-

te. Hubo un momento en que me sentí como si fuera chocado, 

algo así, por un chorro de agua fría que cayera sobre mi peries-

píritu. En seguida fui envuelto en una sensación de tedio, de 

pesar y después de angustia, y finalmente sentía la sensación 

de haber cometido una acción mala o precipitada. En lo ínti-

mo de mi alma permanecía ese clamor aflictivo, provocado por 

una imprevista emoción de amargura, cuando un nuevo chorro 

de aquellas luces azules-violetas vino a mi encuentro y disolvió 

milagrosamente aquella opresión, restableciendo mis fuerzas, 

devolviéndome el bienestar anterior.

Entonces agradecí en profunda oración a Jesús el ines-

perado alivio traído en alas de aquellos confites luminosos y 

coloridos, que penetraban por mi organización periespiritual, 

dejándome un delicioso alimento energético.

Pregunta: ¿Durante esas extraordinarias emociones os en-

contrabais despierto y consciente de que habíais desencarnado?

Atanagildo: Ya había despertado del sueño hipnótico pro-

vocado por el hermano Navarana, que actuó en compañía de 

mi abuelo Crisóstomo y de la hermana Natalina, aquella señora 

bondadosa y afable que me atendió antes de mi inmersión en el 

reposo reparador. Todo aquello que recordaba por primera vez 

fue en un rápido estado de vigilia astral, en donde me sentía 

agotado y con el cuerpo dolorido, además de sentir un frío mo-

lesto, realmente estaba cansado de la travesía que debía de ha-

ber hecho desde la superficie de la Tierra hasta la región donde 

me encontraba. El reposo era necesario, porque la enfermedad 

que me había hecho desencarnar era del tipo de las que exigían 

grandes cuotas de energías espirituales, que son muy necesarias 

para el tránsito hacia el Más Allá.

Pregunta: ¿Podemos considerar que los mismos fenómenos 

y el modo de vuestra desencarnación pueden servir de base para 

avalar los acontecimientos sucedidos a otros desencarnados?

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