La Vida Más Allá de la Sepultura
mordimientos y se ajuste por las imprudencias cometidas en
sus vidas pasadas. En el servicio reencarnatorio del Espacio, la
oportunidad de un organismo físico es una valiosa dádiva pro-
porcionada por los Mentores Siderales a los espíritus afligidos
y desesperados para renacer en la materia. En consecuencia,
analizando la cuestión de la limitación de los hijos, alejados
de cualquier sentimentalismo humano o de las razones morales
angélicas, establezcamos esta importante premisa: el mayor nú-
mero de cuerpos físicos en la Tierra aumenta las probabilidades
de ventura espiritual. Es un factor de socorro y favorecimiento
para la más breve compensación de los espíritus desencarnados
que imploran nuevos instrumentos de carne para saldar sus fal-
tas pasadas y obligaciones contraídas con la Ley Kármica.
Bajo cualquier aspecto que consideréis el problema de la
limitación de los hijos, ya sea por razones económicas, deficien-
cias educativas, agotamiento femenino, en sus fundamentos, se
ajusta a estas razones: a mayor suma de cuerpos carnales, ma-
yor suma de beneficios espirituales; menor número de cuerpos
carnales, menor probabilidad de ventura y progreso para las
almas desesperadas. En consecuencia, la limitación de los hijos
significa que la precariedad de los organismos físicos tiende a
aumentar en las reencarnaciones futuras, y aquellos que limitan
a propósito su prole también reducen sus oportunidades para
los futuros renacimientos, dentro del precepto evangélico que
dice: “cada uno recogerá conforme haya sembrado”.
Pregunta: ¿Podríamos saber si es mucha la cantidad de es-
píritus necesitados de reencarnar y que a su vez tengan pocas
probabilidades de hacerlo?
Ramatís: En el espacio que circunda al globo terráqueo en
todo su sentido esférico, existen, cerca de los veinte billones de
espíritus que lo pueblan, diez billones que necesitan reencar-
narse con cierta urgencia. Si fuese posible atenderlos con los
cuerpos físicos adecuados a cada caso kármico, renacerían in-
mediatamente con el fin de drenar en la materia terrestre los
venenos que corroen sus almas torturadas por toda suerte de
sufrimientos. En esa inmensa fila de candidatos a la reencarna-
ción hay seres tan desesperados que no retrocederían delante de
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