Ramatís
hipnosis destinada para el tratamiento dentario. Basta esa for-
ma de actuar, para que adormezcan instantáneamente cuando
se encuentran bajo el tratamiento combinado.
Por lo expuesto, no os será difícil percibir cual es el proceso
de obsesión empleado por los espíritus maquiavélicos del Más
Allá, y podría decirse hipotéticamente, que un hipnotizador ter-
reno es como una especie de obsesor, interesado en fascinar a un
cliente a través de un “punto hipnótico” previamente auscultado.
Pregunta: ¿Cuáles son los factores más comunes que los
obsesores descubren para producir ese punto “hipnótico”, que
tanto asegura las obsesiones?
Ramatís: Debido a sus profundos conocimientos de los de-
fectos humanos, los espíritus obsesores cuando son conscientes,
logran fijar el “deseo central” oculto en el alma de la víctima,
que ya expusimos con ciertos detalles. Ciertas veces, ese “de-
seo central” puede originarse en un reflejo suicida de una vida
pasada, como en una base emotiva de desesperación, que casi
siempre no se vislumbra el tono ni el hecho, ni aun el motivo
del gesto cometido en el pasado que pudo haber sido el orgullo
realzado, el amor propio, la excesiva avaricia, la lujuria, la co-
dicia o el remordimiento. También, puede llegar por una fuerte
disposición hacia el vicio o un estímulo psíquico degradado que
se mantenía oculto a toda costa bajo la censura de la conciencia;
todo eso, sirve de pretexto fundamental para que los obsesores
inicien la oportunidad favorable para crear un “punto hipnóti-
co” en el individuo.
En el psiquismo del ser humano, casi siempre hay un “tema
fundamental” predominante y que siendo vulnerable a las su-
gestiones mefistofélicas del Más Allá, puede servir de motivo
básico para formar ese “centro” o “punto hipnótico” necesario
para el éxito de la obsesión. Es por eso, que comúnmente se dice
que nuestros mayores adversarios están en el seno de nuestra
alma y deben combatirse en nuestra propia intimidad, pues en
verdad, nuestros defectos y vicios son los basamentos peligrosos
en donde los malhechores desencarnados se afirman para im-
ponernos su comando obsesivo. Desde hace muchísimos años la
voz amiga del Más Allá advierte al hombre, que el secreto de su
368