La Vida Más Allá de la Sepultura
Pregunta: Deseamos tener un mayor conocimiento sobre
esas escuelas de estudios, establecidas por los científicos side-
rales en el Más Allá, con el objeto de curar los casos de obsesio-
nes en nuestro medio.
Ramatís: Sus cuadros didácticos, con sus complejas ex-
perimentaciones, escapan aún a lecturas comunes y exigirían
un agotador compendio para vuestro conocimiento y que, por
otra parte, ultrapasaría el objetivo y el tiempo de estas sim-
ples comunicaciones. En la Tierra hay literatura mediúmnica
que ofrece aclaraciones al respecto e indica las medidas pre-
liminares a tomar, y que también son bastante eficientes para
solucionar esos problemas. Por eso no deseamos parafrasear o
repetir aquello que ya fue dictado mediúmnicamente con más
eficiencia y claridad en la exposición.
Los espiritualistas encarnados que pretenden alcanzar éxi-
tos en las soluciones de los casos de obsesión, precisan cono-
cer mejor los principales sistemas orgánicos que constituyen el
cuerpo físico y especializarse en el conocimiento de la compleja
fisiología del periespíritu. Es necesario que se investiguen con
atención todos los fenómenos que durante las obsesiones pro-
vocan la desarmonía entre el vehículo físico y el periespíritu.
Es una posesión completa, en donde el verdugo y la víctima se
entrelazan a través de la insoluble red fluídica que constituye el
puente o eslabón responsable por el cambio recíproco de senti-
mientos, emociones, pensamientos e impulsos psicológicos; no
basta localizar el acontecimiento en el cuadro patológico de la
obsesión ya conocida, es preciso que se identifiquen perfecta-
mente las innumerables sutilezas y diferencias psíquicas per-
sonales que varían de un caso a otro, aunque aparentemente se
asemejen entre sí.
Cada proceso de obsesión presenta un conjunto de manifes-
taciones individuales distintas, porque cada alma es un mundo
aparte que ofrece reacciones diferentes entre todos los espíritus.
De ahí, pues, la necesidad de unificar el sentimiento amoroso
que es fundamental, y el conocimiento científico, aunque en la
cura espiritual el “saber” o la “técnica en el actuar” son factores
secundarios al “sentir” que en realidad encierra la técnica del
amar y servir.
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