La Vida Más Allá de la Sepultura
descubrí en grandes bandadas en la región astral inferior, adya-
cente al Brasil, observé otro tipo de ave milenaria que conocí en
otras vidas pasadas en Alejandría y Menfis.
Se trata de una especie alada que era muy reverenciada
como ave sagrada, comúnmente momificada y conservada en
vasos riquísimos sobre las tumbas de los sacerdotes y faraones
egipcios. Es un ave de extremidades largas, como la cigüeña, de
pico largo y curvo, que se encuentra clasificada por los especia-
lizados terrestres como “ibis aethiopica”.
La diferencia principal entre la “ibis” sagrada de los egipcios
y el tipo que generalmente encuentro en las regiones sombrías
del astral brasileño, es que el ave habitante de las márgenes del
Nilo, en el tiempo que yo la conocí, era blanca de plumaje y te-
nía las patas y las puntas de las alas negras, mientras que la es-
pecie astralina es de forma gigantesca, brutal y completamente
negra, con el pico de color brillante, que despierta una temerosa
impresión al volar, y al planear se parece al vampiro sangri-se-
diento, relatado en las leyendas infernales. Cuando esas aves
hienden el cielo se oye un murmullo agudo y tétrico en los gajos
secos de los árboles y en los follajes empobrecidos, mientras que
los insectos y animales pequeños se mueven apresuradamente
para ocultarse en los accidentes del terreno.
Pregunta: Existen otras especies de aves además de los ti-
pos que mencionasteis?
Atanagildo: Según he verificado en las instituciones astro-
gráficas de nuestra metrópoli, en donde se estudia la fauna y la
flora del astral inferior, existen otros innumerables tipos de aves
que están siendo clasificados por los estudiosos y que mejor se
aprecian por medio de un televisor de control remoto, es decir,
por medio de un aparato electromagnético dotado de esferas
de dos o tres pulgadas de diámetro, controladas a la distancia,
que se mueven en medio de los reinos inferiores, transmitiendo
los detalles más íntimos del paisaje a través del “écran” (especie
de pantalla esférica) y de sustancia lechosa que hay en nuestra
metrópoli.
Los mentores de nuestra metrópoli pretenden transmitir en
el futuro hacia la Tierra algo de los estudios astrográficos que
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