La Vida Más Allá de la Sepultura
del camino sensato de la vida cristiana; ejercen influencia sobre
gran cantidad de encarnados imprudentes, que viven aferrados
a los vicios y pasiones animales, con el fin de extraerles el má-
ximo de “humus-vital”, que tanto precisan para aumentar las
sensaciones pervertidas.
Sus ideas son una mezcla de sofismas y simulación, sim-
bolizando al diablo vestido de ángel, y cuando los más hábi-
les y cultos se encargan de la materia, se vuelven filósofos que
glorifican la falta de pudor, lanzando al mundo doctrinas que
valorizan las pasiones de la carne y critican la candidez del
alma. Luchan desesperadamente para mezclar la pureza y la
santidad del Evangelio de Jesús, infiltrándose en todas las insti-
tuciones en donde puedan contradecir sus divinas máximas, así
favorecen inmediatamente el credo, la secta o a la institución
que pregona el amor de Cristo con el interés del César. El Es-
piritismo, como uno de los movimientos de mayor popularidad
en estos breves tiempos, está siendo una de las doctrinas más
bombardeada por esos comandos de las sombras que a toda
costa traman entregarlo al ridículo, a la contradicción y crear el
desamor entre sus adeptos para subvertir las bases santificadas
de la codificación.
Pregunta: ¿Esas ciudades o comunidades fueron fundadas
y organizadas por los mismos espíritus que las administran ac-
tualmente? ¿Podrían desaparecer o desorganizarse, en la supo-
sición de que tales almas se renovasen y abandonasen su direc-
ción gubernamental?
Atanagildo: No desaparecerían porque tras de toda esa
megalomanía y administración infernal existen otros poderes
que no estoy autorizado a revelar. Los más crueles espíritus del
astral inferior, que administran tales colectividades sombrías,
no dejan de ser “puentes vivos” o “puntas de alanza” de otros
seres que tienen proyectos diabólicos y que lo intentan hace
más de 60.000 años para lograr el dominio completo de nues-
tro orbe. Más adelante, los mentores siderales os harán revela-
ciones graduales y más avanzadas, para que así podáis valorar
mejor la profundidad del asunto, que yo no puedo esclareceros
en este momento. Entonces podréis comprobar la dramaticidad
293