La Vida Más Allá de la Sepultura 

las cuales, se podrá intensificar el rendimiento de la leche en 

la vaca, el crecimiento de la lana en los carneros o el aumen-

to de la grasa en los porcinos. Sin duda, que andarán buscan-

do afanosamente, los ritmos y melodías que mejor se ajusten 

a cada objetivo deseado.  Os aseguro, que no tardarán mucho 

en servirse de los ritmos dinámicos, bien brasileños, para que 

las vacas produzcan una admirable manteca en base a la agi-

tación de la leche; mientras que los gansos, serán criados bajo 

la incesante audición de la “Sinfonía Patética” de Tchaikovski, 

a fin de volverlos melancólicos e hipocondríacos, con el hígado 

irregularmente desarrollado, así se podrá lograr el famoso “Paté 

de foie gras” enlatado y obtenido gracias a esa música mórbida 

e introspectiva.

Con respecto a las demás explicaciones de sentido uti-

litario, no debéis tener dudas algunas, pues innumerables in-

dustriales, comerciantes y empresarios no disimulan el júbilo 

mercantilista, al afirmar, que el efecto de la música es notable, 

pues los hombres producen más, bajo la influencia de las me-

lodías psicológicamente ajustadas a sus tareas. Así es que, muy 

pronto el genio humano habrá creado los siguientes y hábiles 

recursos inspirados en la “meloterapia”: los carteros abreviarán 

la entrega de las correspondencias, gracias al incentivo de las 

festivas marchas militares que les apresurará el paso; las mu-

jeres podrán tejer velozmente, bajo los ritmos sincopados; los 

campesinos han de superar la zafra tradicional, esparciendo las 

simientes de los cereales, controlados por los movimientos ale-

gres de los valses europeos.

Después de tanta utilidad encontrada en la aplicación de 

la música para los intereses materiales, ¿qué le importará al 

hombre, el mensaje angélico de la melodía, que influye en la 

disposición afectiva del alma?

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